Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 27 de mayo de 2020 | Publicado a las: 09:17
Según datos del estudio “Coyuntura del empleo regional en La Araucanía” elaborado por el Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera (OES-Ufro) con el análisis de los principales indicadores del empleo para dar cuenta del efecto observado en el mercado laboral regional post estallido social e inicios de la crisis sanitaria, en base a últimos datos del INE y a información del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Para el trimestre enero-marzo 2020, la creación de empleo total anual (variación de ocupados) en La Araucanía fue de 2.760 personas, siendo la más baja registrada desde el trimestre el trimestre agosto-octubre de 2019. La creación de empleo regional presenta una desaceleración especialmente a partir de octubre-diciembre 2019, trimestre en el cual se crearon 19,2 mil puestos de trabajo, y desde ahí en adelante ha seguido creciendo, pero a menor ritmo. Si bien la generación de empleo sigue siendo positiva, la preocupación se manifiesta en la tendencia a la baja, lo que estaría mostrando una señal del debilitamiento del mercado laboral de La Araucanía, que se traduce en una menor capacidad de la economía local para generar puestos de trabajo. Esta desaceleración se registra tanto en el empleo independiente como en el empleo dependiente, aunque con mayor fuerza éste último, donde la cantidad de trabajadores dependientes disminuyó en 630 personas en relación a igual trimestre de 2019.
Según Patricio Ramírez, Coordinador del OES-Ufro, la mayor caída se presenta en la creación de empleo asalariado privado, que en el trimestre enero-marzo 2020 registró una variación anual negativa de -13.630 personas, acumulando así 2 trimestres consecutivos con caídas. Es decir, la región hoy tiene 13.630 ocupados asalariados privados menos de los que había el mismo trimestre del año anterior. “Esto muestra el debilitamiento económico regional, ya que típicamente ante un ciclo económico negativo, se reciente el empleo asalariado privado, es decir, las empresas del sector privado despiden y disminuyen la contratación de personal…” sostuvo Ramírez.
La fuerte disminución del empleo asalariado privado en La Araucanía ha sido mitigada por el aumento registrado en los ocupados de la categoría asalariado público y los ocupados por cuenta propia, de lo contrario la región habría presentado una mayor caída en los ocupados totales y una mayor tasa de desocupación. Por su parte, la categoría “empleador”, también ha experimentado disminuciones en los últimos 5 trimestres, mostrando también la disminución de emprendimientos que generan empleo.
En cuanto a la creación de empresas, en abril de 2020, se constituyeron 267 empresas y sociedades en la región de La Araucanía a través del Registro de Empresas y Sociedades (RES), anotando una fuerte contracción de 39,7% en 12 meses, convirtiéndose en la cuarta región de mayor caída en la constitución de empresas a nivel nacional para dicho mes.
Para Ramírez, a la luz de las principales cifras de empleo, se observa una clara tendencia de debilitamiento del mercado laboral regional que se expresa en una menor capacidad en la generación de empleo total, donde se observa que el empleo asalariado del sector privado es el que ha sufrido el mayor impacto negativo, anotando una diminución anual de más de 13 mil ocupados en el último trimestre enero-marzo 2020. Esta caída en el empleo dependiente privado refleja la menor actividad productiva y económica que atraviesa la región, impactada en gran parte por el “estallido social” que significó el cierre de empresas, menor producción y la disminución de trabajadores empleados en los principales sectores económicos de la economía regional, así como el deterioro en las expectativas económicas de empresas y consumidores. El incremento que se ha observado en el empleo informal, así como en las categorías por cuenta propia y asalariado público, ha logrado evitar un deterioro aún mayor en las cifras de empleo de La Araucanía.
En relación a los efectos de la crisis sanitaria en el mercado del trabajo regional, si bien ya es posible advertir algunos indicios, habrá que esperar las siguientes mediciones de empleo, ya que la última información disponible hasta el cierre del presente reporte corresponde al trimestre enero-marzo 2020, por lo que alcanza a medir solo algo de la situación de marzo, pero ahí recién estaba comenzando la pandemia en el país y la región, por lo que sus efectos se harán sentir con mayor fuerza y claridad en los siguientes informes y cifras de empleo, por lo que cabe esperar un mayor debilitamiento económico y del empleo, lo que debiera traducirse en caídas de creación de puestos de trabajo especialmente privado y formal.