El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, conocido también como cáncer colorrectal, actualmente uno de los tumores digestivos que más afecta en nuestro país. Según los últimos datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), en 2022 se registraron 6.778 nuevos casos, es decir, un aumento en un 11,3%, cifra que lo sitúa como el segundo cáncer más frecuente . Además, un estudio de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) proyecta que para 2040 los diagnósticos a nivel mundial se incrementen a 3.2 millones anuales.

El cáncer colorrectal afecta tanto al colon (intestino grueso) como al recto y no suele provocar síntomas hasta que se encuentra en estados avanzados. Algunos signos de alarma incluyen dolor o molestia abdominal, la sensación de necesitar recurrir al baño constantemente, cólicos, cambios de hábitos en las deposiciones como el estreñimiento o la diarrea, repentina disminución del peso o que parece no tener causa, y principalmente la presencia de sangre en las heces.

“La amenaza del cáncer colorrectal radica en su naturaleza asintomático, lo que puede llevar a que sus signos se confunden con otros trastornos intestinales. Sin embargo, la detección temprana juega un papel crucial en la mejora de los resultados de los tratamientos. Por lo tanto, es fundamental someterse a exámenes periódicos para garantizar un diagnóstico oportuno y, en consecuencia, un mejor pronóstico”, asegura Diego Rojas, Gerente Médico de Oncología de Merck.

Cuidados y detección temprana

Si bien más del 90% de los cánceres colorrectales ocurren en personas mayores de 50 años, según la Sociedad Americana contra el Cáncer, en la última década se ha observado un aumento en los diagnósticos de este tipo de patología en adultos jóvenes, con mayor incidencia en etapas avanzadas de la enfermedad .

Entre los factores de riesgo para el desarrollo del cáncer colorrectal se encuentra el sobrepeso y la obesidad, el estilo de vida sedentario, el consumo excesivo de carnes rojas y alimentos ultra procesados, así como una baja ingesta de fibra. Otros factores son el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, antecedentes de enfermedades intestinales inflamatorias y la historia familiar de cáncer colorrectal o pólipos.

Se recomienda tener hábitos saludables. En esa línea, es aconsejable mantener una rutina de actividad física regular y una dieta equilibrada, dando prioridad a frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, moderando a su vez el consumo de carnes rojas y alimentos ultra procesados. Asimismo, es importante someterse a chequeos preventivos.

Estudios han demostrado que los exámenes preventivos pueden reducir la incidencia y la mortalidad de este tipo de cáncer a través de la detección precoz y la extirpación de lesiones precancerosa. Entre las pruebas más comunes utilizadas se encuentra la prueba de sangre oculta en heces. Además, los avances tecnológicos y científicos han generado nuevas herramientas para detectar señales tempranas de la enfermedad. La Prueba de Síntomas de Merck, es una herramienta en línea que pretende crear consciencia sobre la salud intestinal, ayuda a la detección precoz de algunas enfermedades intestinales, incluyendo el cáncer colorrectal. Sin embargo, ninguna herramienta sustituye consulta con un especialista.