Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 3 de agosto de 2016 | Publicado a las: 21:05
Autoridades de Medio Ambiente conocieron la experiencia y llamaron a replicar el trabajo realizado, en otros establecimientos educacionales de Temuco y la región.
Campañas como la recolección de pilas “ReciClaret” se convierten en un verdadero ejemplo a seguir cuando las estadísticas son tan crudas: una sola micro pila de mercurio como las que se usa en los relojes o audífonos, puede llegar a contaminar unos 600 mil litros de agua, mientras que la pila alcalina habitual –de esas que usamos en juguetes, control remoto o radios-, contamina unos 167 mil litros de agua.
Para prevenir que estas pilas lleguen a contaminar de manera tan nociva, la comunidad educativa del Instituto Claret viene hace años realizando dos campañas, en las que se involucran directamente los estudiantes, desde el nivel de pre kínder hasta sexto básico.
La primera de ellas, es la campaña «Limpia tu Colegio con ReciClaret», donde a cada curso se le asigna –una vez al mes- no sólo la tarea de cooperar sino también de concientizar al resto de la comunidad escolar, incorporando en sus actividades diarias labores simples de limpieza, o bien, promoción del uso de basureros durante los recreos.
PILAS
En lo que respecta a la campaña de recolección de pilas «Ponte las pilas con ReciClaret», consiste en que a cada curso se le entrega un bidón plástico en el que van depositando estas pilas de desecho. Al final de la campaña, se pesaron la totalidad de las pilas y se recolectaron 644, 3 kilos.
Además, en el marco de esta iniciativa se han reutilizado botellas plásticas que fueron entregadas a los cursos con una planta medicinal para cuidarla y protegerla.
El equipo de “Reciclaret” lo integran tres profesoras del colegio y una parvularia. El Instituto Claret, además, se encuentra postulando al nivel de Excelencia del Sistema Nacional Certificación Ambiental Escolar (SNCAE) del Ministerio del Medio Ambiente.
SEREMI
El seremi del Medio Ambiente, Marco Pichunman Cortés, destacó la iniciativa y llamó a los establecimientos de la región a replicarla. Además, recordó que las pilas tienen una alta toxicidad y contaminan con mayor velocidad suelos y napas, con todo lo que eso significa.
“Hay que recordar que las pilas alcalinas no son reciclables, por eso, una vez que se gastan se recomienda tirarlas en el lugar indicado. Lo ideal es guardarlas en una botella plástica de 1 ó 2 litros, ojalá con aserrín que cumple función de un “colchón absorbente”, y luego trasladar las botellas con pilas hasta un lugar de acopio autorizado, como por ejemplo, las oficinas de empresas eléctricas”, comentó la autoridad medioambiental.
Además, el seremi Pichunman recordó que el proceso de contaminación puede ser largo, y tardar hasta 1.000 años en degradarse pero la lluvia, el calor y la acidez del suelo, tienden a acelerar el proceso de descomposición de la pila. “Una vez que se descompone la capa protectora que la recubre, se liberan metales altamente contaminantes como el mercurio (el más nocivo), plomo, arsénico o cadmio los que al ponerse en contacto con la tierra o con el agua, comienzan con un proceso de degradación irreversible para el Planeta”.