En menos de 24 horas, la cantante más exitosa del mundo doblegó el mandato de Apple. Así, la rubia que nació en el country se coronó como la líder de la rebelión de los músicos contra el streaming.

“Estoy eufórica. Gracias por sus palabras de apoyo. Nos escucharon”, escribió Taylor Swift ayer en su cuenta de Twitter. La cantante de 25 años, quizás hoy la más famosa del planeta, tenía mucho de qué celebrar, y no porque como ella dice “nos escucharon”. En rigor, el gigante Apple la escuchó directamente a ella y, en un día, cambió sus políticas de pago a artistas, probando que nadie puede vivir hoy de la música sin Swift de su lado.

El domingo Swift escribió una larga carta abierta sobre el nuevo servicio de streaming de Apple (bajo el título “Para Apple, con amor, Taylor”, siguiendo con su imagen de estrella-pop-buena-persona). En específico, Swift reclamó porque en los tres meses de prueba de este nuevo competidor de Spotify o Tidal, que luego costará a los usuarios $9.99 dólares de suscripción al mes, Apple no le pagaría a los músicos por usar sus composiciones en la plataforma digital. “Tres meses es mucho tiempo para no recibir un sueldo, y es injusto pedirle a alguien que trabaje por nada. Digo esto con amor, reverencia, y admiración por todo lo demás que Apple ha hecho”, escribió Swift. “(..) No es muy tarde para cambiar sus políticas y cambiar la mentalidad de quienes se verán afectados por esto en la industria de la música. Nosotros no les pedimos iPhones gratis, por favor no nos pidan nuestra música sin compensación”.

El pequeño gran detalle: Swift no pondría su música a disposición del streaming de Apple, en señal de desaprobación.

Swift es hoy la artista superventas del planeta, cuyo quinto disco, 1989, lleva 33 semana en el ránking Billboard. Tiene un ejército de fanáticas que la idolatran, gracias a sus composiciones de amor, y sobre todo, sobre querer y dejar de querer a sus famosos ex novios (Jake Gyllenhaal, un One Direction, un Kennedy, y más). Eso sin contar el ejército de amigas famosas, de supermodelos a actrices, cuyas fotos de Instagram valen oro para las marcas. Para el streaming de Apple, no tenerla, sonó a pesadilla económica y mediática.

“Apple siempre se asegurará que los artistas reciban un pago. Apple Musica pagará a los músicos, incluso en el periodo de tres meses de prueba. Te escuchamos Taylor Swift y a los artistas independientes. Con amor, Apple”, escribió el Senior Executive de Apple, Eddie Cue, en Twitter, a menos de 24 horas de los descargos de la cantante.

La movida fue celebrada, por ejemplo, por la Academia de Grabación de Estados Unidos, con el siguiente comunicado: “Aplaudimos a Taylor en tomar la voz para transmitir las preocupaciones de compositores, artistas y productores (…), una vez más, la voz de los creadores ha prevalecido y así es como debería ser”.

Y, claro, quien también se pronunció fue Calvin Harris, el DJ superestrella que, de paso, es el novio actual de Swift: “Acabo de tocar adentro de un búho gigante y mi chica acaba de cambiar la industria de la música, qué día”.

La anti Spotify

Esta no es la primera movida que hace la rubia cantante, que nació musicalmente en el country a los 16 años y conquistó el pop de veinteañera. Ya el año pasado Swift había escrito una editorial para The Washington Post, titulada -muy a lo Swift- “El futuro de la música es una historia de amor”. Ahí, Swift hablaba de su entusiasmo en medio de las dificultades de la industria musical, añadiendo que ella no es parte de quienes ven en los discos un ente irrelevante. “La música es un arte, y el arte es importante y fuera de lo común. Las cosas importantes y fuera de lo común son valiosas. Y las cosas valiosas, deberían ser pagadas”, escribió la compositora, quien este año fue elegida una de las mujeres más poderosas, en el puesto número 64 del ránking de Forbes. Es que Swift, en el mundo de los singles, las descargas y los discos intangibles, sigue vendiendo álbum tras álbum, y pareciera estar subvencionado a la industria norteamericana por sí misma.

Fue en noviembre que hizo la gran jugada, algo impensado para la mayoría de los artistas que abogan por hacerse conocidos y escuchados en este mundo digital sin fronteras: a los pocos días de haber lanzado su quinto disco, 1989, consiguiendo los mejores números de venta en la industria desde 2002, decidió sacar todo su catálogo de Spotify, la plataforma de streaming más popular del planeta. Si querías a Swift, tenías que comprarla directamente. “Creo que la música está cambiando tan rápido, que todo lo nuevo, como Spotify, se siente como un gran experimento. Y no estoy dispuesta a darle el trabajo de toda mi vida a un experimento que siento no compensa de manera justa a los compositores, productores, artistas y creadores de la música”, dijo la voz de Shake it off, en entrevistas.

Swift puede esconder su plan de negocios bajo la poesía del romance del público y la música, pero lo cierto es que para una cantante que vende como Swift vende, es no sólo un tema de moral, sino que de números: según un artículo de The Guardian publicado este año, los artistas reciben -después de descontada la ganancia de su sello- US$0.00112 por cada streaming de su canción. Y que para un artista, que tiene contrato discográfico, gane el sueldo mínimo de Estados Unidos de US$ 1.260, su canción debería ser tocada 1.100.000 veces al mes en Spotify.

Swift está lejos de ser la primera en reclamar los pagos del streaming: desde Bette Midler a Thom Yorke han hablado abiertamente del problema. Y Jay Z reunió a todos los pesos pesados de la música hoy, de Madonna a Beyoncé a Pharrell Williams, para Tidal, su propia plataforma, prometiendo paga justa (lo que fue visto como un llanto de millonarios para muchos dentro y fuera de la industria de la música).

Lo que hace diferente q la última movida de Swift, es que lo dice, primero, una artista famosa por su amabilidad y pedir por favor, que es la que mejor vende en todo el mundo. Como marca, no puedes enemistarte con ella. Y es además la artista que ya fue en contra del streaming, y triunfó, ya que 1989, sin la necesidad de Spotify, ya lleva 8.6 millones de copias vendidas.

Por eso la rubia de piernas eternas puede doblegar a Apple: como en cualquier noviazgo, puede amenazar con salir por la puerta y conseguir lo que quiera, ya que sabe que su contraparte, no puede vivir sin ella.