Sólo un diálogo verdadero, la solución de la crisis del Agua, la Tierra y la plurinacionalidad, nos dará paz para todos con justicia social.

Los “Diálogos Ciudadanos” que implementó la Intendencia, a nuestro entender, genera nuevamente falsas expectativas con el claro objetivo de desviar la atención de los desafíos reales que tenemos, a fin de postergar los temas de fondo y la búsqueda de soluciones para nuestra gente. Hoy la región de la Araucanía tiene claro cuáles son los problemas, estamos llenos de diagnósticos y promesas que no se cumplen. Por lo que no se puede usar sus escasos recursos de manera ineficaz, y menos para orquestar campañas publicitarias del gobierno o autoridades locales.

Reafirmar que el Estado de Derecho se basa en el cumplimiento de la Ley, por esto recordamos la existencia de la Ley 20500, que mandata la constitución de concejos resolutivos y deliberativos de juntas de vecinos, asociaciones indígenas y organizaciones no gubernamentales con el ejecutivo y que son constituidos por el Intendente. Existe también el Convenio 169, que entre otras cosas establece el derecho a consulta vinculante a las comunidades indígenas. Por esto sospechamos de la buena fe en esta “consulta ciudadana” que lo único que genera es un clima de inseguridad y desconfianza.

Desde nuestra perspectiva fundamentada en el Kume Mogen (Buen Vivir) y el Az mapu kimun (Saber de la Tierra) los grandes temas no resueltos en la región son la crisis hídrica, la tierra y los altos índices de pobreza; en síntesis, la injusticia social y la falta de reconocimiento de la plurinacionalidad.

Es por ello, que llamamos a las autoridades políticas de la región a concentrar los esfuerzos para resolver los problemas y necesidades de nuestro pueblo, porque solo así se constituyen diálogos reales y efectivos que permitan generar políticas gubernamentales pertinentes y representativas para los habitantes de la región.