Adele está preparando el lanzamiento de su tercer disco para noviembre. En 2011 puso en el mercado 21, el álbum que la convirtió en una diva mundial. Sin embargo, la cantante británica es noticia por su nueva imagen, conseguida después de perder nada menos que 30 kilos en los últimos años.

La cantante Adele y su poderosa voz, junto con su imagen, también poderosa, nos acompañan desde hace siete años, cuando el mundo entero conoció su arte a través de una actuación en el Saturday Night Live de la televisión norteamericana. En 2013, se hizo vegetariana, dejó de fumar y su físico, lógicamente, comenzó a cambiar.

Una portada de Vogue USA nos hizo testigos de su transformación y ahora la misma revista vuelve a la carga y nos muestra a una nueva Adele, convertida en auténtica top y luciendo un tipazo envidiable.

Dos años después vuelve a ser noticia después de declarar que ha bajado 30 kilos en los últimos años. La intérprete asegura que dejó las gaseosas, la carne, los dulces y los alimentos procesados. «Comencé a sentirme cada vez mejor, tanto física como anímicamente», asegura. Y desvela que una dieta vegetariana ha sido la clave para lograr su bajada de peso. Verduras, hidratos de carbono, frutas, almendras, lácteos, legumbres y batidos son la base de su alimentación, asegura la cantante.

Su pareja, Simon Konecki, también realizó la misma dieta lo que la motivó en su sacrificio: «Perdimos peso juntos y eso fue beneficioso. Recorrer ese camino con alguien lo hizo más fácil?, explica. Por si esto fuera poco, en su plan de saneamiento vital, a sus 27 años, la cantante londinense señala que dejó de fumar y dejó el sedentarismo: se sometió a un riguroso plan de Pilates y un tratamiento hipnótico para calmar la ansiedad cuando abandonó la nicotina. «Nunca he querido parecerme a las modelos de las portadas de las revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy muy orgullosa de ello. Si decidí cambiar mi cuerpo fue estrictamente por cuestiones de salud», explica la británica.