Diversas voces se han manifestado por el anuncio de la estrategia nacional del litio que entregó el Mandatario Gabriel Boric la semana pasada y que no pasó inadvertida para nadie, desde los pro y los contra de este anuncio. El punto es que hace años no se había realizado esta discusión a nivel político. Incluso ya vieron con buenos ojos desde la red de empresas estadounidenses AmCham Chile y también inversionistas extranjeros ya despertaron interés en ello. Lo público y lo privado es el punto clave para poder trabajar mancomunadamente porque no se puede seguir siendo míope, y estar como siempre. Se debe indispensablemente avanzar, así como se hizo con el cobre, el litio puede ser una oportunidad.

El litio es un mineral clave en la transición hacia la energía renovable y su demanda ha ido en aumento en los últimos años. Chile es el segundo mayor productor de litio en el mundo y posee una importante reserva de este recurso natural, lo que lo convierte en un actor clave en el mercado mundial de este mineral.

Por ello, la semana pasada, el presidente Gabriel Boric ha anunciado una estrategia nacional del litio con el objetivo de fortalecer el rol del Estado en la producción, industrialización y comercialización de este recurso. Entre las medidas que se plantean en esta estrategia se encuentran la creación de una empresa estatal para la producción y comercialización del litio, la promoción de la investigación y el desarrollo en la industria del litio, y la creación de un fondo soberano para el litio que permita al Estado obtener mayores beneficios por la explotación de este recurso.

Entre los principales argumentos a favor de la estrategia del presidente Boric se encuentra la necesidad de que el Estado tenga un mayor control sobre los recursos naturales del país y que pueda obtener mayores beneficios por su explotación. Además, la creación de una empresa estatal para la producción y comercialización del litio permitiría al Estado tener un mayor control sobre el mercado mundial del litio y establecer un precio justo para este mineral.

Sin embargo, también existen algunos argumentos en contra de la estrategia del presidente Boric. Uno de ellos es que la creación de una empresa estatal para la producción y comercialización del litio podría generar ineficiencias y burocracias en la gestión de este recurso. Además, algunos argumentan que esta estrategia podría desalentar la inversión extranjera en el sector del litio en Chile, lo que podría tener un impacto negativo en el desarrollo económico del país.

En simple voces en favor y en contra se han manifestado por el anuncio de la estrategia nacional del litio que entregó el Mandatario la semana pasada y que no pasó inadvertida para nadie. El punto es que hace años no se había realizado esta discusión a nivel político. Incluso ya vieron con buenos ojos desde la red de empresas estadounidenses AmCham Chile y también inversionistas extranjeros ya despertaron su interés en ello (Alemania, Argentina, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suiza).

Lo público y lo privado es el punto clave para poder trabajar mancomunadamente porque no se puede seguir siendo míope, y estar como siempre. Se debe indispensablemente avanzar, así como se hizo con el cobre, el litio puede ser una oportunidad.