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Cuando el hackeo es un fin y no un medio

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 25 de septiembre de 2022 | Publicado a las: 09:56

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Escribe: Jorge Aguirre, Consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo


Desde siempre la información de cualquier naturaleza ha sido un medio de poder, que vulnera a quien la pierde, -como antecedente-, y potencia a quien la obtiene.

Sin embargo, cualquier tipo de información no da lo mismo, ya que algunas pierden vigencia y pasan a constituir solo mero antecedentes con alcance histórico o sin relevancia.

Entonces ¿qué es la información?

Es un conjunto organizado de datos relevantes para uno o más sujetos que extraen de él un conocimiento.

Por lo tanto, es una serie de conocimientos, compartidos o transmitidos y que constituyen por lo tanto algún tipo de mensaje. La definición especifica varía según la disciplina el enfoque desde el cual se la piense.

Cuando la información, es analizada, depurada, tabulada y condensada se transforma en insumo para la toma de decisiones de la persona que efectúa los requerimientos de información.

De ahí surge la clasificación de la información que puede ser secreta, confidencial, publica, privada, personal, externa, interna, financiera, veraz o de fuente no confiable.

Hasta la que puede ser considerada para distorsionar la realidad, ser falsa o destinada a generar confusión.

En estos tiempos, el manejo de la información ha generado una fuente de influencia sin límites, con escaso análisis o casi nulo, con demasiada irresponsabilidad, falta de prolijidad y tecnicismo.

Por eso, cuando el golpe noticioso informal denominado “Hackeo a las Fueras Armadas Chilenas” corrió como un reguero de pólvora, surgieron muchas reacciones y de todo tipo, que generaron temor, rabia, impotencia, burla y dividendos políticos para neófitos e ilustrados del ámbito nacional.

El ciudadano conocido como “chileno de a pie”, ha sido el mas molesto y busca en los medios de comunicación informarse mediante la verdad, sin poder conseguirla totalmente.

Lo anterior, porque las conjeturas de todo tipo llevan la delantera comunicacional de extensa problemática, ya que no se trata de la vulnerabilidad de un banco comercial, sino que, de la defensa nacional, conforme se cuenta.

Primero, hay que señalar que lo que se denomina hackeo, lo ejecutan personas hábiles en el uso de las tecnologías informáticas para romper las medidas de seguridad de las organizaciones y obtener información sensible de todo tipo, pasando por bases de datos de personas, logísticas, planes, programas y todo tipo de antecedente útil co diversos fines.

Segundo, las fuerzas armadas chilenas no han sido hackeadas o vulneradas informáticamente, sus planes de guerra, ejercicios, movimientos de personal y stock de armamento, siguen indemnes.

Tercero, la vulneración de información, ocurrió al interior del “Estado mayor Conjunto” (EMCO), que es una alta repartición que opera en el Ministerio de Defensa y que tiene otra misión. En ese sentido la vulneración de información se trata de correos electrónicos asociados a información relacionada con antecedentes de acciones políticas de años, por vulnerar al país desde el frente interno por diversas agrupaciones políticas.

Esto tiene mas nervioso a los actores políticos que a los militares.

El basamiento principal, es que durante los incidentes del 18 de octubre de 2019, esta alta repartición sufrió 18 ataques informáticos de hackeo, lo que fue informado por el Jefe de la época, al ministro de defensa Baldo Procurica, del gobierno de Piñera, es decir el propio actual comandante en jefe del ejército, General Javier Iturriaga.

¿Qué se hizo al respecto, en esa oportunidad?

Nada, así de simple.

El problema siguió con el gobierno actual y se le informo esta vez verbalmente a la ministra Maya Fernández.

¿Qué paso?

Nada, segunda simpleza.

Entonces, ya no es primero ni el huevo ni la gallina, lo que manda es la improvisación.

Por eso la especulación del origen de esta mal denominada filtración de información, de antecedentes políticos internos y de algunos comentarios que involucran a otros países, duele más, ya que sus resultados en la causa judicial abierta en el fuero militar, porque habría ocurrido potencialmente en un recinto militar, están por verse.

Las hipótesis son tan variadas que no pueden sustentarse, siendo algunas, orientadas a señalar que los autores de este hackeo fueron los Iranies y venezolanos que viajaban en el famoso avión de combiasa, que fueron los israelíes enojados con el presidente Boric por no recibir a su embajador, que fueron algunos comunistas infiltrados en el ministerio de defensa, que fueron los cubanos amigos de la ministra Maya Fernández, etc, etc.

Para efectos mediáticos, ya aparece un potencial responsable, solo por materializarse a través de su renuncia al cargo de Jefe de Estado mayor conjunto, del general de división Guillermo Paiva, constituyéndose, -a priori-, en la cabeza de turco para saciar la sed de vendetta política, encasillando esto como un problema militar, pero cuando el tiempo pase se sabrá la verdad. 

Hoy por hoy, no interesan las reuniones previas ni las cuentas verbales a las autoridades, tampoco el control de daños deficiente por lo demás, en el propio ministerio saboteado parcialmente.

Ahora se explica la cara en la parada militar de los comandantes en jefe del ejercito y de la armada de Chile, donde la intranquilidad era evidente, especialmente porque la ministra tenia que viajar si o si, – aun cuando sabia de los hechos-, a las Naciones Unidas en Estados Unidos, para el homenaje de lo 50 años del discurso de Salvador Allende, donde el presidente Boric quería demostrar que es su re encarnación a todo evento.    Aunque, pienso y siento que Allende, no este de acuerdo con este potencial símil.

Los hechos reales, muestran que los 400.000 correos electrónicos filtrados asociados a la organización “guacamayos”, son un pelo de la cola, lo importante es verificar las causas, trazabilidad y a quienes afecta el contenido de la información, ese es el punto neurálgico y no otro.

Lo demás, es challa para continuar generando incertidumbre y nublar la visión de la gente, que cada día se expresa mas en base al descontento y arrepentimiento por haber escogido a un representante que ha demostrado solito no estar a la altura y hace gala de una posición que no representa al chileno de siempre, aunque los más jóvenes aun no encuentran la aplicación en sus teléfonos para entender lo que se viene en sus propios futuros.

La situación ocurrida es grave, en realidad muy grave, y no se visualiza en el horizonte que haya atisbo de querer solucionar nada, seguimos quedando mal como país.

Todos apostando a que el ministro Marcel, titular de Hacienda, no se canse de las vergüenzas que pasó en Estados Unidos, por los chascarros presidenciales.

Los bancos del desarrollo y mundial, más los eventuales inversores extranjeros, se manejan por certezas jurídicas y de mercado, con apuestas a las garantías de inversión y su cumplimiento, mas no a las orientaciones antojadizas de los gobiernos de turno.

De ahí, que el tema principal este puesto sobre la mesa de las confianzas y para eso nos falta mucho.

 La desconfianza principal esta radicada en el temor de la mayoría silenciosa que observa todos los días, especialmente cuando en el tema del hackeo al estado mayor conjunto, dejó de ser una herramienta, un medio y lo quieren transformar en un fin, para seguir tratando de refundar Chile, de la manera más inadecuada, siendo ahora lo más pertinente, aplicar la frase, “el fin justifica los medios”

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