El senador Francisco Huenchumilla valoró la discusión, aprobación y despacho en el Senado, del proyecto que busca fortalecer la Ley Zamudio, y destacó que el texto en discusión hasta el momento, instalará “una herramienta más efectiva para evitar y combatir la discriminación”. La iniciativa continuará con su trámite constitucional, ahora en la Cámara de Diputados.

El parlamentario afirmó que el proyecto en discusión implica “un importante avance, que viene a subsanar las falencias de la actual Ley Zamudio; una legislación creada con la mejor de las intenciones y como reacción a la tragedia conocida por la opinión pública en el año 2012, pero que lamentablemente, tuvo un diseño original insuficiente, y por ello, una aplicación escasa”.

En este sentido, el parlamentario explicó que la iniciativa busca corregir variados aspectos de la legislación actual, como “incorporar la acción indemnizatoria para las víctimas, aumentar la multa para quien discrimina, y permitir más tipos de elementos probatorios en una denuncia por discriminación” detalló.

Legislación actual

A continuación, el senador contrastó estas mejoras con aspectos de la actual Ley Zamudio. “Por ejemplo, sólo se contempla la existencia de una agravante penal en materia de discriminación, que es difícil de probar, y tampoco contempla reparaciones a la víctima; además de obligar a una multa de umbral máximo muy bajo para el condenado, mientras que el denunciante corría también el riesgo de ser multado, de no comprobarse la situación denunciada”, detalló el legislador.

Sin embargo, el parlamentario advirtió que “todavía queda pendiente, sin embargo, y es posible todavía cambiar este aspecto, que las denuncias por ley Zamudio no vayan a los juzgados de letras, que son el último eslabón del sistema procesal, aún no modernizado, y que lamentablemente generan un desincentivo para que las personas denuncien estas situaciones, ya que se generan procesos largos y tediosos”, lamentó.

Importancia

Finalmente, el parlamentario valoró el sentido de esta iniciativa. “Contar con una legislación efectiva y eficaz para combatir la discriminación, nos permite garantizar una mejor vida en comunidad. Es preocuparnos y proteger la vida y la dignidad de todas las personas; asegurando que todas las personas somos iguales y merecemos el mismo trato, respetuoso y humano. La tolerancia, el pluralismo y el respeto por los derechos humanos, además, son la base y el fundamento de la vida en democracia”, puntualizó.