Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 28 de mayo de 2021 | Publicado a las: 12:52
Todo comenzó en la ciudad de Chillán en la década del ‘50 como una obra solidaria impulsada por las Iglesias Bautistas de Chile.
Luego en febrero de 1961 se traslada hasta la ciudad de Temuco, donde comienza a construirse una gran historia de amor y solidaridad, transformándose en un hogar de acogida para niñas que hoy es reconocido por jueces y abogados de la zona, como en uno de los más importantes de la ciudad de Temuco.
En la actualidad el hogar atiende a 22 niñas derivadas por los tribunales de familia y las edades fluctúan entre los 4 y 18 años de edad. Según relata Verónica León Caro, Presidenta de la Fundación Para Amar, organización sin fines de lucro que administra el hogar, “con el paso del tiempo hemos sido testigos de la modernización del hogar, tanto en la infraestructura como en el cumplimiento de la normativa legal vigente que rige este tipo de organizaciones, dando cumplimiento a los estándares y requerimientos para que las niñas cuenten con un ambiente propicio para su desarrollo”.
Durante el periodo de estadía en el hogar, las niñas reciben cuidado y apoyo psicológico, emocional y espiritual, siendo esto último a juicio de Verónica León un sello que marca la diferencia con otras organizaciones de esta índole.
Aportes y ofrendas
El hogar Bautista de niñas, no recibe aportes del estado, y se financia fundamentalmente con ofrendas y aportes de las alrededor de 500 iglesias de esta denominación, además de importante aportes de congregaciones evangélicas de otras latitudes como Estados Unidos y Australia, quienes además una vez al año visitan el lugar para aportar con trabajos de infraestructura.
En estos 66 años, son alrededor de 200 niñas las que han sido parte de este hogar y para la presidenta de la fundación Para Amar, un anhelo sería poder contar con un hogar en cada región del país y así seguir aportando para que niñas y adolescentes que por diferentes situaciones de la vida lo necesiten, puedan encontrar un hogar Bautista donde el amor y la protección sea el eje central para volver a sonreír.