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Linconao, la machi que torció la historia

Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 22 de mayo de 2021 | Publicado a las: 12:32

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“Es difícil escribir sobre alguien que proyecta algo muy distinto a la vida pública, conforme a lo que es en privado. Pero de lo políticamente correcto, Francisca, sabe y lo hace cazurramente, sin atajos, directo a la yugular, sin anestesia, y eso capta adeptos”.

Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, profesor de Estado, consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.

La sentencia, somos hijos de nuestro pasado, dueños de nuestro presente y padres de nuestro futuro, en no pocos casos, se ha esculpido con cincel en la roca y otras veces a fuego candente en la piel.

Las maculas que quedan, en el cuerpo y alma de las personas a través de las experiencias, se traducen en todo tipo de indicadores, que no siempre son leídos asertivamente, aunque sean rastros visibles de que algo pasó  en la vida de alguien, y que algo está por pasar en el futuro de la misma. Como si fuera un derrotero humano, forzado y forjado de forma paralela al destino, a su propio destino.

Eso proyecta, Francisca del Carmen Linconao Huircapan, una mujer que habita en la sexta década de su vida, aunque su cuerpo leptosomico y su rostro curtido por el viento de la indómita Araucanía, demuestren otra dimensión. Seguramente, las guirnaldas de la adversidad, reflejadas en su mirada han esculpido la imagen dura y desafiante que proyecta, y que amalgama cuando al batir su lengua, pronuncia sus discursos con todo tipo de epítetos, mezcla de nivel educacional básico, componentes étnicos de pronunciación, léxico y terminología aprendida, clásica y de cliché, a la hora de transmitir los mensajes, que quiere exteriorizar, independientes del interlocutor.

Con toda objetividad posible, es difícil referirse a ella, principalmente porque siendo una autoridad ancestral mapuche, merece más allá de todo el respeto que se debe prodigar a cualquier persona, pero esencialmente, porque  demuestra cierto temple,-lo que no se puede desconocer-, para con convicción propia, lograr imponer un estilo, independiente de los grados de credibilidad que pueda aportar.

No había que ser muy ingenuo, para no olfatear que la machi Francisca Linconao, algo se traía entre manos, conforme a su propia planificación. Ejecutando cada paso, certeramente, sin titubear un instante.

Desde pequeña, cargó una mochila con herramientas que la ayudaron a torcer su propia historia, empezando por su fecha de nacimiento “18 de septiembre de 1958”, día patriótico para los huincas, mal que le pese. Por lo tanto como buena “Virgo”, un signo de tierra, una de sus virtudes es el sentido del deber, y algunos de sus defectos, que no se ajustan a su condición de machi, es descuidada en la cura del cuerpo y desconfiada con otros. El mes y año, fueron gravitantes en el mundo, y en Chile, en lo político, el fracaso del segundo gobierno de Ibáñez y la asunción de Jorge Alessandri. Nada hacía presagiar,  que esta niña, estaba marcada con el signo del cambio, empezando por quedar huérfana de padre a temprana edad, enfermarse, abandonar forzosamente el colegio y transformarse en algo inesperado, ser “Machi” (chaman en la cultura mapuche)

Contra todo pronóstico, Francisca debió anticiparse a los hechos, usos y costumbres y forjarse un camino, que está incompleto, a decir por su espíritu y alma, por lo tanto está obligada a persistir. De su cuerpo ni hablar, ya que ha debido recurrir a lo que denosta, la medicina occidental, para buscar mejoría de su enfermedad que no es del caso señalar.

En este sentido, es difícil escribir sobre alguien que proyecta algo muy distinto a la vida pública, conforme a lo que es en privado. Pero de lo políticamente correcto, Francisca, sabe y lo hace cazurramente, sin atajos, directo a la yugular, sin anestesia, y eso capta adeptos.

Independiente, de los sentimientos y reacciones que genere, -que por cierto le da lo mismo-, Francisca exporta una imagen, que la mayoría compra, y eso le ayuda a sus objetivos, mas allá de las evidencias, como si la pregunta fuera; “¿podrá esta Sra. Haber hecho algo malo y terrible?”. La respuesta mayoritaria, es no.

Hecha la tarea, la mayoría la observa inofensiva.

Francisca antes de transformarse en un personaje,  siguió torciendo su destino e historia, entendiendo como la acción de “desviar o cambiar una cosa de su dirección o posición”.

Es así que la machi Francisca, hábilmente deduce un recurso de protección, caratulado “Linconao Francisca con Forestal Palermo”, cuya sentencia del 30 de noviembre de 2009, de la Excma. Corte Suprema, Rol 7287-2009, confirma la sentencia apelada de la Ilma. Corte de Apelaciones de Temuco de fecha 16 de septiembre de 2009 que resuelve recurso de protección interpuesto por Francisca Linconao Huircapan contra la Forestal Palermo Limitada,  la que en forma resumida por parte del profesor Juan Jorge Faundes, dice: El Fallo del Caso Linconao, confirmado por la Excma. Corte Suprema, pasará a la historia de los precedentes chilenos por dos importantes razones. Por una parte, es el primer fallo que incluye en sus considerandos las disposiciones del Convenio Nro. 169 de la OIT, que entra en plena vigencia el día previo a la fecha de la sentencia y fue ratificado exactamente un año y un día antes del fallo. Asimismo, no solo es la punta de lanza jurisprudencial por ser la primera, sino porque sus fundamentos abordan el centro del debate relativo a la aplicación de los derechos indígenas en el derecho interno chileno, como instrumentos amparados por el artículo 5to. Inciso 2do. de la Constitución; también porque se pronuncia sobre conceptos como el de “territorio” y su directa relación con el “hábitat”, la interdependencia con los derechos culturales y la protección del medio ambiente, cuestiones esenciales en el desarrollo de los derechos indígenas y que se incorporan a nuestro ordenamiento jurídico con la ratificación del Convenio Nro. 169 de la OIT, lo que esta resolución comprende y describe prístinamente.

En síntesis, la materia en cuestión, era la protección de un “Menoko”, que  es un sitio sagrado, no sólo porque es un humedal que posee buena salud y abundante biodiversidad, sino porque también alberga gran cantidad de hierbas medicinales, de uso común en la medicina tradicional mapuche.

Sin duda, una altruista empresa iniciada por Linconao, al alero de la justicia chilena y amparada por la Constitución de 1980, ampliamente modificada, pero que para estos fines, funcionó como cultrún (instrumento de percusión mapuche) en We tripantu (año nuevo mapuche), quedando en evidencia, que esta vez el estado de derecho era de su conveniencia.

Lo irónico de todo esto, es que Linconao, después de un tiempo, sintió el llamado a reformar la propia Constitución que la protegió.   Cosas de la vida.

En todo caso, lo que catapultó a la machi Linconao a la fama pública, fue otro desagradable y grave acontecimiento delictivo, al ser imputada de haber participado de alguna forma, en el terrible homicidio del matrimonio Luchsinger – Mackay, cuyos detalles no son del caso analizar en este texto, pero que encierran una dramática y sostenida acción de moléculas de estupidez humana, sin límites. Que aún no se entiende, por lo menos en función de la verdad humana.

Toda persona es inocente hasta que se pruebe que es culpable, así de simple, pero esto funciona para un solo lado, y esto no está consagrado en el convenio 169 de la OIT, pero si en la Ley penal chilena. Donde el estándar de la prueba tiene disímil lectura y aplicación, mas allá de lo que se discuta en un Tribunal.

Solo la conciencia de los autores, puede funcionar durante el trance espiritual del nocturno sueño, ante la inoperancia de quienes están llamados y obligados a producir justicia, dando a cada quien lo que se merece. No existiendo hierba que pueda paliar el dolor del alma de víctimas y victimarios.

Sólo Ngenechén (ser supremo mapuche) sabe lo que pasó y la forma como administrará justicia, ante la falla humana. 

Una vez más, Linconao con su “neguen” (fuerza que posee el espíritu y alma), torció la historia, y es inocente de todo cargo. Así de simple.

A muchos no le podrá gustar esta nota, otros no estarán de acuerdo en el enfoque, a unos pocos les gustará y talvez una mayoría no entenderá la relación conforme a la correspondencia fáctica de la situación planteada, pero el hecho cierto es que la machi Linconao, ha sabido jugar sus cartas y muy bien. Ahora en el juego político, logrando por la vía especial e histórica de cupos específicos para indígenas, participar en las últimas elecciones populares y ser elegida como “constituyente” para redactar la nueva Constitución de este país huinca. Algo inédito que debe revolcar en la tumba al gran Venancio Coñuepán Huenchual, diputado y Ministro de Tierras y Colonización, de origen mapuche nacido en Chol Chol, que nunca necesitó de cupos especiales para participar en política y dejó la valla tan alta, precisamente en épocas de convulsión política. Todo un ejemplo, en un país donde se imputa que no hay dignidad ni igualdad.

Las cosas hay que decirlas siempre por su nombre, por eso todo tiempo pasado fue mejor, hoy prevalecen los anti valores, que pudo plasmar el anti poeta Nicanor Parra, ya aburrido de sus pares, incluso en el umbral de su existencia terrenal. Por eso hoy vive más que nunca.

Sólo nos resta desearle éxito y aplicación a la constituyente Francisca Linconao, ya que aun Ignorando cuál es su meta, espero que no la consuma el resentimiento a la hora de escribir la nueva constitución de un país, lleno de defectos, pero así y todo le ha permitido torcer la historia, placer que otras etnias en otro países, incluso más avanzados, no han permitido.

Pewkayal (hasta que nos veamos otra vez) machi Linconao,

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