Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 25 de mayo de 2017 | Publicado a las: 10:41
En el año 2014 en la Región de La Araucanía, las empresas forestales y CONAF firmaron un importante “protocolo de acuerdo para la protección de cursos de agua y suelos” cuyos objetivos esenciales son: asegurar la protección de suelos y cursos de aguas en actividades de intervención a las plantaciones forestales bajo planes de manejo; evitar alteraciones en la calidad y cantidad de las aguas contenidas en los cursos de agua prediales, y evitar procesos erosivos al momento de la cosecha de ellas.
En el marco de este proyecto la empresa Bosques Cautín comenzó a trabajar en la protección y recuperación de al menos ocho microcuencas en las comunas de Lumaco y Purén.
El proyecto apunta a proteger o recuperar -vía plantación de especies nativas- entre 10 a 30 metros, por ambos costados del o los cursos de agua de una microcuenca.
El subgerente de Asuntos Sociales de Bosques Cautín, Luis Alfaro, cuenta que los mismos vecinos han ido liderado el trabajo. “Nos pidieron proteger y recuperar los cursos de agua y como ellos conocen el terreno, tienen la sabiduría de qué especies se necesitan para recuperar las cuencas. Lo primero fue delimitar los sectores de protección, luego evaluamos los cursos factibles de recuperar naturalmente y las que necesitaban de más apoyo a través de plantaciones de árboles nativos, así logramos que hoy cuatro cuencas estén en este proceso y otras cuatro lo estarán en un tiempo más”.
Para Robert Velásquez Pinolevi, presidente de la Comunidad José Pinolevi, que agrupa a 22 familias en la comuna de Purén, la escasez de agua para riego y consumo los motivó a unirse al trabajo. “esperamos que este proyecto sea una ejemplo para otras comunidades y empresas de cómo debemos trabajar, así demostramos que uniéndonos todos logramos avanzar”.
En tanto, Pablo Huaiquilao, asesor técnico del proyecto y enlace con las comunidades destaca que acá no sólo se está recuperando el afluente, sino que también parte de la cultura mapuche. “El agua no solo es un elemento de vida concreto, sino que también espiritual de las comunidades”, acota.
Para CORMA este trabajo reafirma el convenio firmado el año 2014, donde se logró sentar un precedente único en el país, ante una temática que no está suficientemente legislada. “El protocolo fue firmado por las empresas que son responsables del 80% de la cosecha de plantaciones en la región y debíamos generar un protocolo de cuánto (en metros) y cómo se desarrollaría la protección de ríos, esteros, cuencas y quebradas, además de consensuar los criterios y actividades de restauración de las zonas de protección”, explica Marcelo Bonnefoy, gerente del gremio forestal en la Región de La Araucanía.
Luis Alfaro agrega que el proyecto de Bosques Cautín permitirá generar un protocolo aparte, ya que apunta al trabajo con las comunidades. “Si existiera una legislación clara al respecto, para las forestales y vecinos sería más fácil, pero como no la hay, debemos entablar mucho diálogo porque sabemos que es un tema muy sensible en la zona”, concluye.