Aumentar la construcción en madera en el país, derribar prejuicios, mejorar el marco técnico normativo para su uso en construcciones y concretar barrios modelo ecosustentables que promuevan y destaquen las ventajas de este recurso renovable abundante en Chile, son los desafíos que está impulsando con entusiasmo el
Ministerio de la vivienda.
Durante su intervención en el acto, organizado por
Madera 21 de la Corporación Chilena de la Madera –CORMA, la secretaria de Estado realizó un balance del trabajo que la cartera ha desarrollado en conjunto con diversos actores del sector y repasó los desafíos que se han impuesto.
En su discurso la ministra llamó la atención sobre “la paradoja de ser un país productor y exportador de madera y, sin embargo, de acuerdo con los datos del
Instituto Nacional de Estadísticas, INE, solo el 14% de nuestras edificaciones son construcciones de madera”, ante lo cual señaló que “relevar la construcción en madera en nuestro país es fundamental”.
Y es que, en otros países la construcción en madera supera el 60%, llegando incluso a sobrepasar el 90% -como en Estados Unidos y Canadá-, lo cual, a juicio de Saball, “muestra la gran brecha que debemos cerrar si queremos cumplir el compromiso de país, formalizado en el Programa Estratégico Mesoregional de la Industria de la Madera de
Corfo, en cuanto a aumentar el uso de la madera en la edificación a un 30% para los años 2020-2025”.
En ese sentido, la secretaria de Estado señaló que, en el contexto de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento que ha planteado el actual Gobierno al país, se han logrado avances “en la generación de alianzas colaborativas con el mundo académico, público y privado, para desarrollar, al menos 10 iniciativas cuyo objetivo es convertir a la madera en una alternativa más competitiva en el mercado de la construcción nacional, destacando sus atributos de velocidad, economía, eficiencia energética, potenciando su versatilidad para generar soluciones sustentables, innovadoras y con un alto nivel de prefabricación, apuntando a la productividad y crecimiento del sector”.
La primera de ellas es fortalecer el marco normativo técnico, de modo que las normas que rigen al sector estén en sintonía con el producto y su realidad actual. Otra de las metas que se han planteado es diversificar la gama de soluciones constructivas disponibles que cumplen con la reglamentación vigente asociada a la materialidad de la madera. En tercer lugar, buscan generar alianzas colaborativas para mejorar la competencia de los profesionales y trabajadores que están desarrollando soluciones en madera. El cuarto lineamiento es mejorar los procesos de control de calidad de los materiales dispuestos para venta y construcción.
Finalmente, se busca “impulsar proyectos pilotos detonantes que permitan demostrar las cualidades en el ámbito de la sustentabilidad, eficiencia energética, derribando prejuicios en torno al uso de la madera en la edificación de calidad, en especial en las zonas centro y norte del país”, como la propia ministra señaló.
“El desafío de cerrar brecha y normativas, romper prejuicios, incorporara nuevas tecnologías, posibilitar la industrialización, y construir viviendas que incorporen eficiencia energética y barrios ecosustentables, es lo que nos ocupa principalmente”, enfatizó la secretaria de Estado.
En lo concreto, agregó, ya hay dos proyectos en ejecución en la Región de Atacama: Chañaral y El Salado, que se construirán en madera y que forman parte del proceso de reconstrucción, mientras que en la Región de O’Higgins, específicamente en Navidad y Rapel, también impulsarán proyectos en base a este material, como parte del Programa de Habitabilidad Rural, a lo que le seguirá un proyecto urbano de mediana altura en Rancagua.
“Estamos convencidos que para garantizar el éxito de estas iniciativas y potenciar el uso avanzado de la madera es indispensable perseverar en este esfuerzo conjunto y coordinado entre todos los actores, a través de la cooperación público-privada”, afirmó.