Sin duda ha sido hasta ahora el mejor partido de la Copa América Centenario donde México dio cuenta de Uruguay ganando 3 a 1.

El partido comenzó con el autogol de Pereira tras un centro a los 3′ minutos otorgando la ventaja al cuadro cuate.

Uruguay estuvo dormido en el primer tiempo, muy pocas opciones, y sufrío la expulsión de Matías Vecino al filo de los 45′ minutos.

Pero los charrúas no se amilanaron y en la segunda etapa salieron con todo a presionar al rival y fue así como a los 71′ Diego Godín anotó el empate tras certero cabezazo. Previamente había sido expulsado Andrés Guardado por doble amonestación.

Hasta ahí el partido se emparejó, aunque México inclinó un poco más la cancha y encontró espacios en la defensa uruguaya. Fue así como a los 85′ el incombustible Rafael Márquez sacó un potente derechazo al ángulo que dejó sin opción a Muslera tras un córner corto, y ya en los descuentos Héctor Herrera marcó de cabeza cuando Uruguay estaba jugado.

Tras el término del partido los uruguayos se fueron en picada contra el árbitro paraguayo Enrique Cáceres por el cobro previo al gol mexicano.

Notas aparte pero que no dejan de ser. Lo vergonzoso por parte de la organización de la Copa América previo al inicio del encuentro cuando se tocó el himno de Chile y no se tocó el himno de Uruguay; tras el gol de Godín, la lluvia de botellas por parte de la afición mexicana. Simplemente lamentable y que no puede volver a ocurrir.