Ricardo Herrera, Presidente de la Junta Directiva de la Universidad de La Frontera

Al mismo tiempo, dijo, la comunidad no la ha sabido aprovechar y está ajena a la propia universidad. Tampoco le gustó los 80 días de toma y paro y se quejó de la escasa rentabilidad social de la millonaria inversión educacional.

Por Héctor Cárcamo Millar

El cargo de presidente de la Junta directiva de la Universidad de la Frontera acaba de ser nombrado por la Presidenta Michelle Bachelet, el consejero regional, Ricardo Herrera Floody, porque en el fondo, es el estado el dueño de la Universidad y por ello nomina a tres integrantes en la Junta. Además, hay tres integrantes que representan al mundo académico y a representantes de la comunidad regional.

La responsabilidad de sus seis miembros es estudiar y aprobar los planes de desarrollo, los reconocimientos que se hacen a los académicos, fiscalizar el presupuesto de la casa de estudios, es decir, “somos la instancia superior de la administración de la universidad”, señaló Ricardo Herrera a Tiempo21.

-Nuestra universidad tiene fortalezas y debilidades y está muy bien rankeada a nivel nacional, en el décimo lugar, y creo que está muy bien ordenada en el ámbito financiero y administrativo lo que habla muy bien de la gestión desde ese punto de vista. Tiene un muy bien plantel académico, muchos doctores…

Esta es una universidad compleja, evidentemente pública y su buena ubicación en el escalafón de universidades chilenas es un mérito “porque Santiago concentra la mejor parte entonces y la región no está en muchas cosas en el décimo lugar, y esta es una región que en el tema universitario tiene fortalezas”, señala el presidente de la Junta Directiva de la Ufro.

¿Y las debilidades?

-En eso es lo que yo quiero ayudar en mi gestión. Creo que hay una suerte de divorcio entre la universidad y la región y en eso voy a tratar a ayudar a que se termine. Creo que a la Universidad le falta más vinculación con la región; creo que la Ufro tiene que ser el puntero en el desarrollo regional y por eso digo que le falta esa vinculación.

Al mismo tiempo, la comunidad no la ha sabido aprovechar y está ajena a la propia universidad. Al gobierno y a los ministerios les falta vincularse más con la Universidad y desconoce sus fortalezas, no la asume como propia. Incluso la universidad ha tenido que salir de la región para hacer universidad más allá de La Araucanía que no ha sabido vincularse.

El año pasado fue un año de muchas movilizaciones y donde quedó de manifiesto que los propios alumnos no comparten el modelo de Universidad y reclaman que debe modernizarse…

-Yo puedo compartir algunos fundamentos de las movilizaciones de los estudiantes pero no comparto la forma. Tener tomada una universidad por un espacio de 80 días, dejar daños por cerca de 100 millones en destrucción, no habla bien del movimiento estudiantil y hoy las tomas son anacrónicas, son irresponsables. En una universidad no se pueden estar adoptando medidas de fuerza de ese tipo y tan prolongadas. El tema se solucionó por el diálogo, no por medidas de fuerza.

Compartiendo la crítica a la forma y su extensión, pero hay razones de fondo que son comprensibles. Sus normas internas fueron las dictadas en la época del coronel  Juan Barrientos, primer rector delegado luego de la fusión de la U. de Chile con la U. Técnica y que siguen vigentes hoy, que no dejan espacios de participación a los académicos, funcionarios y estudiante. Es lo mismo que la ciudadanía hoy le pide a los políticos, mayor participación…

-Claro, pero insisto, eso no se soluciona con una toma, puede que a uno le guste a o no le guste, uno puede pedir que esto se cambie, pero no en esa forma y por lo demás, una toma y una mo0vilización va a cambiar el marco legal. Estamos en una discusión en el cambio del marco legal de las universidades pero eso no se ha va lograr con una toma, eso es legislativo y eso está hoy el país discutiendo ampliamente en un proceso largo. Al contrario. Lo que nos está pasando con las tomas es que muchos estudiantes se nos están yendo a las universidades privadas. Hay un proceso preocupante: que no se nos municipalice las universidades públicas y producto de tantas tomas muchas familias están optando por las universidades privadas para tener un año académico más o menos normal. El año académico finalizará recién en marzo. Hago un llamado a discutir y a dialogar y plantear temas que puedan resolver el rector, el consejo académico, o la junta directiva, dentro de nuestras competencias (…) por eso digo que uno de nuestros objetivos es vincular a la junta directiva con los demás estamentos en una lógica legal.

Otro tema que se discutió mucho el año pasado es la democratización en la generación de las autoridades de la universidad. Reclaman falta de democracia interna porque solo algunos pocos eligen a las autoridades. ¿Será este el año para dialogar acerca de esta materia?

-Creo que lo que se está discutiendo es una reforma integral y evidentemente, los distintos temas que inciden en las universidades se vayan a discutir dentro de este proyecto en el Parlamento, donde están representadas las distintas voces. Si me preguntas por las reforma, tengo que ser honesto y decir que se ha puesto demasiado hincapié en el tema económico de la reforma y muy poco énfasis en los temas de fondo de una reforma. No escuchado mucho acerca de los currículos, de la calidad de la educación y de la formación. Hay algo que me preocupa: después de3 10 años de cuantiosos recursos invertidos en la educación del país en el Ministerio de Educación, prácticamente tenemos estancados los resultados de la PSU; no solo eso, tuvimos una baja de 9 puntos en los colegios particulares, los municipales han subido 7 y los subvencionados han subido cerca de 8. En el contexto general no es más del 1%. Es decir, es absolutamente una política fracasada.

¿Y usted cree que en 10 años se puede cambiar desde la básica a la superior todo un sistema educacional?

-En 10 años los recursos invertidos en el Ministerio de Educación han sido gigantescos, es uno de los presupuestos que más han crecido en Chile, y que después de 10 años muestre que tiene estancados los rendimientos de la PSU demuestra que la política ha sido un fracaso y por lo tanto el Ministerio de Educación debiera revisar esta materia. Si se le compara con cualquier otro ministerio, la rentabilidad social es lejos, mayor (que Educación). Eso signifi9ca que después de 10 años los resultados en educación han sido al menos, igual a cero.

Para volver al tema de la vinculación de la casa de estudios con el entorno social, cultural, productivo de la región ¿cuál es su opinión acerca del futuro del fundo Rucamanqui, que está en manos de la Universidad para aprovechar mejor esa propiedad?

-Rucamanqui es una reserva ecológica, que tiene esa naturaleza y esa lógica y por lo tanto la Universidad quiere preservar ese parque natural que es el mayor bosque valdiviano que va quedando al norte del río Cautín que nos va quedando. La universidad tiene un proyecto de preservación orientado hacia eso. Ahora si algunas comunidades quieren adherirse a este proyecto de conservación, bienvenido sea. De hecho, hay un programa de las machis del sector que obtienen productos naturales de ese bosque y todo es muy bienvenido. Ahora Rucamanqui no es un tema para aprovechar económicamente, como talar, hacer leña… no, eso no.

No he escuchado eso, no eso no se ha planteado…

-Y no solo para las comunidades mapuches sino también cualquier grupo ecológico que quiera preservar este proyecto que la Ufro está impulsando desde hace bastantes años, que está intacto y es reserva de la biosfera, las puertas están abiertas para ese tipo de cooperación.

 Es decir, no va a pasar los mismo que el fundo Maipo, que terminó convertido en el Portal de La Frontera?

-No porque la lógica es distinta. Hay que entender que Rucamanqui es una reserva ecológica, es una carga que la ha sabido mantener y un aporte  que está haciendo la Universidad al país en general y reconozco el esfuerzo para preservar ese bosque, uno de los pocos bosques que tenemos en esa condición.