Ali Jameneí, líder supremo de Irán, afirmó que la caída del presidente sirio Bachar al Asad no debilitará la influencia de su país en Oriente Medio ni en el Eje de la Resistencia, sino que, por el contrario, fortalecerá la alianza.

En su discurso, Jameneí culpó a Estados Unidos e Israel de lo ocurrido en Siria, asegurando que son los «principales conspiradores» detrás de la caída del régimen sirio. Añadió que el Eje de la Resistencia, que incluye a Irán, Hamás, Hizbulá, los hutíes y otras milicias en Irak, se expandirá a medida que los enemigos de la región cometan más agresiones.

El líder iraní también destacó el papel de Turquía como aliado indirecto de estos conspiradores, al referirse a las milicias apoyadas por el país vecino.

Según Jameneí, esta situación no hará más que impulsar la lucha de resistencia en la región. Reiteró que, gracias al poder divino, Irán no solo se mantendrá fuerte, sino que su influencia crecerá aún más.

El Eje de la Resistencia, que se extiende por gran parte de Oriente Medio, sigue siendo un desafío directo para Israel y sus aliados.

Siria, bajo el régimen de Al Asad, había jugado un papel clave en este frente, sirviendo como un puente para Irán hacia Hizbulá, un grupo libanés que ha sido un actor crucial en las tensiones con Israel.

Con la caída de Al Asad, las dinámicas geopolíticas en la región podrían cambiar, pero según Jameneí, la resistencia no solo se mantendrá, sino que se fortalecerá.