El Gobierno de Granada desmintió este viernes cualquier implicación en el plan de deportaciones masivas anunciado por Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025.

Según una declaración oficial, la administración del primer ministro Dickon Mitchell negó haber participado en discusiones o recibido propuestas relacionadas con la posible deportación de migrantes a la isla caribeña.

Esta declaración se suma al rechazo explícito de Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, países que también han sido señalados como posibles destinos para los migrantes deportados cuando sus naciones de origen no los acepten.

Las autoridades bahameñas confirmaron haber rechazado la propuesta, mientras que el Gobierno de las Islas Turcas y Caicos expresó su oposición al considerar que estas políticas externas ponen en riesgo su seguridad nacional y no respetan las normas internacionales.

Trump ha prometido implementar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos, generando inquietud en los países del Caribe, que ya enfrentan desafíos migratorios propios, como el aumento de la migración irregular desde Haití.

Los líderes caribeños han dejado claro que no permitirán que políticas unilaterales externas comprometan la soberanía ni la seguridad de sus territorios, destacando la necesidad de abordar la migración bajo estándares legales y de cooperación internacional.