Publicado por: Karina Pavez | martes 4 de noviembre de 2014 | Publicado a las: 08:49
La certificación que recibieron estos productores de parte del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL) es un reconocimiento al esfuerzo y al avance logrado por un grupo de pequeños agricultores, que lograron modernizar y disminuir el riesgo de enfermedades en sus colmenas y una mejor eficiencia productiva, implementado en un 100% las metas y acciones del APL.
Ciento ocho productores y exportadores de miel recibieron la certificación del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL), al alcanzar altos estándares de inocuidad y trazabilidad de este alimento natural como resultado de un acuerdo (APL) implementado en conjunto con la Federación Red Apícola Nacional.
A juicio del director ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia, Juan Ladrón de Guevara, este es un importante avance si se piensa que Europa se caracteriza por exigir mayor calidad y precios más atractivos, siendo por años el mercado privilegiado por los chilenos.
No obstante, explicó el ejecutivo, el año pasado ante el mayor riesgo de rechazos, muchos exportadores optaron por dejar de lado Alemania -y otros mercados europeos- y mandar sus mieles a Estados Unidos, mercado que antiguamente había sido atractivo, pero que paga menos por lo que había disminuido en importancia para los exportadores nacionales.
Conscientes de este escenario, las empresas del rubro han logrado elevar su productividad y competitividad al mejorar el proceso productivo de la miel y asegurando su presencia en mercados internacionales exigentes, especialmente en Alemania, donde la miel chilena es reconocida por su alta calidad y es utilizada como mejoradora de otras.
Este es el segundo grupo de un total de 400 productores de miel distribuidos en ocho regiones del país que se encuentran en la etapa de certificación del “Acuerdo de Producción Limpia Sector Productor y Exportador de Miel”, proceso que se inició en agosto pasado en Temuco con el reconocimiento otorgado a 23 apicultores y 11 salas de extracción de miel.
El director ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia, aseguró “La apicultura chilena está sometida a los desafíos tecnológicos, comerciales y ambientales que imponen los principales mercados internacionales y, en ese sentido, el APL le ha dado un fuerte impulso a la productividad y competitividad de la miel en los mercados internacionales al incentivar la implementación de mejoras que prometen una producción sustentable y un alimento sano para el consumidor final”, precisó.
Por su parte, el director nacional de Indap, Octavio Sotomayor, manifestó que la certificación en Acuerdos de Producción Limpia, exige altos estándares de inocuidad sobre todo para los usuarios de INDAP, pequeños productores de miel que buscan colocar su producción en los mercados europeos.
“Estos Acuerdos son muy útiles pues permiten la integración de los pequeños productores con objetivos exportadores e INDAP colocará toda una batería de herramientas para lograr ese objetivo. O sea, nos referimos a inversiones a través del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI), Créditos, Asesorías Técnicas y todos los programas que sean necesarios para la correcta aplicación de los Acuerdos», argumentó Sotomayor.
Entre los principales impactos del acuerdo suscrito en 2008 por el CPL y la Federación Red Nacional Apícola en representación de 760 pequeños productores, preponderantemente de las regiones del Biobío (20%) y del Maule (16%), se identifican
el desarrollo de procedimientos de buen manejo sanitario de las colmenas y el mejoramiento de las instalaciones, lo cual ha significado erradicar excesos en la aplicación de productos químicos y baja productividad.
En tanto, el presidente de la Federación Red Apícola Nacional, Misael Cuevas este APL deja instalada en la fase de producción y exportación de miel de la cadena un procedimiento y herramienta de aseguramiento de calidad que puede ser adoptable por otros productores que no participaron del proceso.
“Sin duda, en su conjunto ha significado mejorar el dialogo publico privado que involucra a instituciones de fomento y regulación vinculados a la cadena, acerca posiciones entre entidades de regulación del proceso de exportación (SAG) y mercado interno (servicios de salud), a la vez que se establece una mayor comprensión de las realidades locales y de los microempresarios rurales de la agricultura familiar ubicados en localidades de baja conectividad y sin acceso a servicios como el agua potable”, indicó.
Misael Cuevas añadió que los procedimientos y estándares definidos en el acuerdo han servido de guía para ordenar las inversiones asociadas al rubro, el mejoramiento de registros ha incidido para mejora productividad por unidades económicas y otorgan mejores oportunidades a los productores certificados en el encadenamiento al mercado formal de la miel.
Actualmente, los exportadores pueden acreditar que toda la miel que ingresa a la Unión Europea proviene de salas de cosechas autorizadas por el SAG, situación que no se daba antes de la implementación del APL.
Con la capacitación del 100% de los empresarios adheridos, se ha mejorado la calidad técnica del recurso humano del sector, el que se caracteriza por la carencia de apicultores formados profesionalmente. Este avance representa una mejora relevante en la gestión productivo-ambiental de las empresas beneficiadas. De igual modo, se han generado programas de tratamiento y disposición de residuos sólidos así como de seguridad y salud de las personas que trabajan en actividades apícolas.
SECTOR EXPORTADOR DE MIEL
Según antecedentes del último Censo silvoagropecuario, en la cadena apícola nacional participan 10.500 productores de los cuales siete mil son apicultores profesionales. El 90% son microempresarios y se encuentran distribuidos en nueve regiones, principalmente entre las zonas Centro Norte (Coquimbo) hasta la región de Aysén.
El grupo de productores adheridos al APL representan el 10% de los apicultores inscritos en el Registro de Apicultores Miel de Exportación RAMEX (profesionales), el 14% de las colmenas del país según datos del censo 2007 y el 13,58% de la producción nacional de miel.