Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 4 de abril de 2019 | Publicado a las: 18:12
Se estima que cerca de un 15% de la población femenina en edad reproductiva alrededor del mundo sufre de endometriosis, enfermedad que se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Si bien las causas no están claras, los síntomas están descritos como dolor crónico en el área del abdomen, dismenorrea (menstruaciones muy dolorosas), sangrado vaginal irregular, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y, en muchas ocasiones, infertilidad.
A pesar de todo lo anterior, las mujeres que sufren endometriosis aseguran que una de las facetas más complejas de la enfermedad son los efectos sociales, familiares y laborales que produce. “El dolor le impide tener una relación de pareja normal, en lo laboral genera conflictos para ir a trabajar o ausencias por causa médica y en lo social no pueden relacionarse normalmente debido al intenso dolor asociado con la menstruación, en este lapso del mes se tienen que quedar en la casa. Es una tortura crónica”, señaló el Dr. Mauricio León, gineco-obstetra y especialista del Centro de Endometriosis de la Clínica Indisa.
Marcela Araya, presidenta de la Fundación Chilena de la Endometriosis (Fuchen), fue diagnosticada en 2015, tras casi 20 años de sufrir dolores durante la menstruación y ocho viéndose con especialistas que no lograron dar con la enfermedad. “Yo estuve toda la vida pensando que lo que yo sentía era normal, pero no era normal. Yo soy súper activa, pero el dolor empezó a ser invalidante y me empezó a botar, no me podía parar, no podía caminar, es tremendo”, expresó.
Lo anterior se suma al gran costo económico que conllevan las cirugías y que, en gran parte de los casos, no muestran resultados efectivos a largo plazo, siendo necesarias otras operaciones. Por esto, el Dr. León destacó la importancia de que a las pacientes se les ofrezca un tratamiento integral.
“Como hay un porcentaje de mujeres que, tras la operación, no ven una mejora de los síntomas, va a ser fundamental el tratamiento coadyuvante para tratar de disminuir éstos al máximo”, dijo. Para eso, existen en la actualidad tratamientos farmacológicos específicos que brindan una serie de beneficios a las pacientes con endometriosis (como la disminución del dolor y controlar la evolución de la enfermedad) que permiten evitar los problemas asociados a las operaciones.
“Llevo 10 cirugías, tengo el caso más complicado en Chile. Perdí todos mis órganos reproductivos, perdí el útero, la trompa y los ovarios. Ahora la endometriosis me afectó todos los nervios pélvicos. Cada cirugía cuesta como $5 millones y yo ya llevo 10. Soy profesora básica y tengo que trabajar sólo para pagar”, contó Araya.
La endometriosis continúa siendo, hasta el día de hoy, una enfermedad enigmática. Se sabe, por ejemplo, que tiene un componente hereditario y que hay fenotipos (como mujeres de ojos verdes y azules y con mayor cantidad de pecas), que pueden tener una mayor prevalencia.
Además, su diagnóstico habitualmente es tardío: las pacientes deben recorrer distintas especialidades antes de saber que tienen endometriosis, periodo que demora en promedio entre 5 y 7 años, ya que sus síntomas se confunden fácilmente con otras patologías, como el colon irritable. Por eso, se hace tan necesaria su divulgación. “Con un diagnóstico adecuado y a tiempo le cambiamos la vida a una niña”, aseguró la presidenta de la Fuchen.