Tener en cuenta los espacios, los estilos, el nivel de uso y los materiales que deben predominar entre sus componentes, son algunas de las recomendaciones para hacer una compra inteligente.

Si estás pensando en redecorar tu casa, comprar una nueva alfombra puede ser una excelente opción. No solo ayudan a propiciar espacios más cómodos, si no que nos ayuda a generar una mayor sensación de calidez en nuestra vivienda y agregarle un complemento que puede aportar tanto personalidad como color.

Además, nos ayudan a generar un poco de aislamiento térmico y protegen nuestros suelos. El desafío es elegir la correcta, entendiendo nuestras necesidades y analizando el presupuesto. ¿Qué tener en cuenta?

Elegir el material

El tipo de tejido en el que se manufacture una alfombra no solo aportará un estilo y una textura en particular, sino que también cambiará la sensación que tenemos al pisarla.

Materiales suaves. Si buscas una sensación de calidez y de suavidad en las pisadas, quizás debas inclinarte por alfombras hechas de lana o del estilo de alfombra shaggy. Estas son realmente muy decorativas y aportan a crear un estilo hogareño. Puedes optar por una alfombra shaggy pelo largo, por ejemplo, que resultará bien mullida y cómoda. La desventaja de las alfombras de pelo largo es que requieren una limpieza relativamente frecuente ya que suelen acumular bastante polvo. Lo ideal es colocar este tipo de alfombras en espacios que no uses de manera muy frecuente o bien en donde no manipules alimentos o bebidas.

Algodón, un clásico que no falla. En cuanto a materiales, el algodón es una gran opción. Son frescas, por lo que no serán un problema en el verano, son cómodas y funcionales ya que no son tan delicadas en cuanto a los cuidados que requieren. Esto las convierte en una opción perfecta para espacios que solemos utilizar con mucha frecuencia, aunque deberemos dejar de lado la elegancia y la formalidad. Son muy livianas, por lo que lo mejor será colocarles una base de algún material antideslizante si quieres que permanezcan en su lugar. Si buscas una opción accesible para decorar una habitación infantil, o estás pensando en comprar una alfombra para tu baño, puede que el algodón sea el material correcto.

Opciones ecológicas.  Si buscas un estilo natural, y además te preocupas por utilizar materiales ecológicos, también podrás encontrar materiales perfectos para ti.  Las clásicas alfombras hechas con materiales naturales son las de esparto pero hoy por hoy podemos encontrar una gran variedad de modelos realizados con distintos «tejidos» naturales. Las alfombras yute, por ejemplo, han ganado bastante popularidad en este último tiempo.

En cuanto a tejidos naturales, la elección no se basa solo entre alfombras de esparto o alfombras de yute, si no que también podemos encontrar alfombras tejidas en madera, bambú, coco, ¡hasta algas!. Todas estas son similares aunque pueden cambiar levemente su estilo. Te recomendamos husmear todas las opciones para elegir la que mejor se adapte a tu hogar.

Eso sí, ya sea que optes por una alfombra de yute, o una alfombra de coco, algas o cualquier otro tejido natural, contarás con una pequeña desventaja. Este tipo de materiales son más sensibles al roce que los demás, por lo que su durabilidad puede ser un poco menor si no somos cuidadosos.

Pero si buscas aportarle a tu hogar un estilo fresco, natural, desestructurado o hasta playero; o bien eres un amante del medioambiente, este tipo de alfombras pueden ser las ideales para ti.

Sintéticas. Si deseas colocar una alfombra que pueda resistir el desgaste y las manchas, quizás debas optar por materiales industriales como el vinilo, el PVC, el polietileno o el acrílico. Podemos encontrarlas en todo tipo de colores, formas y motivos, y son una opción ideal para espacios cómo la cocina o el exterior.

En cuanto a alfombras de exterior, la mejor opción es el polipropileno. Y si quieres lavar fácilmente tu alfombra en tu lavadora, las alfombras de poliéster serán tus mejores amigas.

Formas y medidas

Para elegir la alfombra ideal debemos tener en cuenta las características del espacio que buscamos decorar. Si hablamos de tamaño, lo ideal es que la alfombra guarde proporción con los muebles de cada habitación y que delimite los espacios de una manera armoniosa y estética.

En cuanto a formas, podemos encontrar las clásicas alfombras tipo carpeta, de forma rectangular o cuadrada. Estas pueden acomodarse a casi cualquier habitación, protegen con eficacia el suelo de nuestras habitaciones y pueden servir para delimitar dos «espacios» dentro de una misma habitación (cómo en una sala de estar conjunta al comedor, por ejemplo).

Las alfombras redondas. también son muy utilizadas. Estás son realmente versátiles y pueden aportar un estilo un poco más desestructurado y con cierta originalidad a nuestros espacios. En cuanto a proteger el piso por completo, las moquetas siguen siendo una opción. Este es más bien un revestimiento, y quizás su colocación pueda resultar un poco más costosa, pero te será de gran utilidad si buscas aislar el ruido de alguna habitación. Son una opción perfecta para los dormitorios.