Faizov, de 19 años, vestía una bata blanca y estaba acompañado por dos médicos al ser llevado a la corte desde un hospital, donde ingresó tras resultar herido durante su detención.

Por su parte, Shamsudin dijo al juez que trabajaba en una fábrica en la región de Moscú y que tiene un hijo de ocho meses. Faizov, que no está casado, declaró que antes trabajaba como peluquero en la ciudad de Ivánovo y actualmente estaba desempleado.

Muhammadsobir Faizov

Fariduni Shamsudin

Las autoridades rusas han informado del arresto de 11 personas en total, cuatro de las cuales se cree que perpetraron el ataque del viernes en el Crocus City Hall de Moscú, en el que murieron 137 personas y más de 180 resultaron heridas.

El sábado, las autoridades arrestaron a cuatro presuntos atacantes, mientras que siete más fueron detenidos bajo sospecha de estar involucrados, según afirmó el presidente ruso Vladímir Putin en un discurso nocturno a la nación el sábado. Putin dijo que fueron capturados mientras intentaban huir a Ucrania, algo que Kiev niega categóricamente.

El tribunal difundió un video en el que se ve a policías llevando a uno de los sospechosos, con esposas en las manos, a la sala de audiencias, y también se compartieron fotografías del mismo hombre en una jaula de vidrio, donde suelen colocarse a los acusados.

Las autoridades rusas aún no han mencionado la reivindicación del grupo yihadista.

Los investigadores actualizaron el balance de fallecidos el domingo, que pasó de 133 a 182 muertos, incluidos tres niños.

El número de víctimas podría aumentar, ya que los equipos de rescate siguen buscando entre los escombros del edificio incendiado por los atacantes. Además, hay 110 personas hospitalizadas, 40 de las cuales están en estado crítico.

El Comité de Investigación informó que se han identificado 62 cadáveres y que se encontraron dos rifles de asalto y una gran cantidad de municiones en el lugar.

Los museos y teatros de Moscú anunciaron que permanecerán cerrados durante el fin de semana, y los restaurantes de la capital prometieron donar parte de sus beneficios del domingo a los familiares de las víctimas.

«La gente ya no sonríe, ya no hay alegría», dijo Valentina Karenina a la agencia AFP. Karenina, oriunda de Siberia pero de paso en Moscú, fue a encender una vela en una iglesia cerca de la famosa plaza Roja, que hoy está cerrada al público.

Este ataque es el más sangriento en Rusia en dos décadas y el más letal cometido en Europa por el Estado Islámico.

El grupo yihadista, contra el cual Rusia lucha en Siria y que también tiene presencia en el Cáucaso ruso, ha perpetrado ataques en el país desde finales de la década de 2010.