Cristian Salas, seremi de Economía

En plena región de La Araucanía, un grupo de franceses y chilenos está buscando fundar el valle del Pinot Noir. Justo ahí, en un lugar que en el siglo XIX fue conocido como el granero de Chile, se están comenzando a construir los cimientos del que promete ser el próximo polo de desarrollo vitivinícola de la macro zona sur del mundo

Para el secretario regional de Economía, Cristian Salas, “está claro que la carrera por producir vinos de alta calidad comenzó en el sur de Chile, en el valle de Malleco, donde se está visualizando esta gran oportunidad de mercado, y nos invita a desarrollar un trabajo conjunto toda la Institucionalidad de fomento de La región”.

También lo ha visualizado, es por ello que las instituciones público-privadas puedan buscaremos apoyar mediante co-financiamientos reales a los empresarios que están invirtiendo a través de iniciativas de innovación vitivinícola y turística que generarán nuevos empleos para la Región de La Araucanía.

La privilegiada situación de La Araucanía como productora de vinos de calidad y buenos precios

El cambio climático que enfrenta el planeta, ha permitido que se establezcan viñedos y que maduren esas uvas. Hace 10 ó 15 años era imposible que maduraran ciertos Pino Noir en algunos sectores de la Región (…). “Pero hoy La Araucanía es la zona más emergente vitivinícola a nivel nacional”, señala experto nacional.

A partir de mediados del 2015, el fenómeno de El Niño originó un retraso de una o dos semanas en la vendimia del centro del país (zona vitivinícola por excelencia), lo que tuvo efectos en el producto final. Si bien la situación no fue de gravedad, dejó en claro que entramos en una fase que debe ser repensada por los expertos para el futuro del sector.

Sin embargo, quedó en claro que las viñas de La Araucanía miran desde una posición privilegiada, según señaló Maximiliano Morales, gerente del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola, uno de los grandes expertos en la materia.

«Desde La Araucanía hacia el sur se mantuvieron los estados fenológicos de acuerdo al patrón normal que estaban registrando las vides en los últimos años. Esto genera una cosecha normal, sin grandes problemas», agregó.

Lo anterior, junto a la elevación de temperatura que ha experimentado la Región, producto del cambio climático, permite prever un auspicioso panorama en materia de producción vitivinícola, un nicho que se está explorando desde inicios del milenio.

«El cambio climático ha permitido que se establezcan viñedos y que maduren esas uvas. Hace 10 ó 15 años era imposible que maduraran ciertos Pino Noir en algunos sectores de la Región (…). Pero hoy La Araucanía es la zona más emergente vitivinícola a nivel nacional», expresó Morales.

Actualmente existen alrededor de 150 hectáreas de viñedos en zonas como Capitán Pastene, Traiguén, Cholchol, Carahue, Collipulli, Galvarino, Los Sauces, Perquenco y Angol, donde se cosecha principalmente tres variedades: Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc.

Con ello La Araucanía se sitúa como la zona productora más austral. «Hay viñedos experimentales en Osorno y Chiloé, pero en vinos comerciales la zona más extrema es La Araucanía», señala Morales, en una información entregada por univerciudad.cl.

Características

Las características del suelo y del clima de la Región permiten que variedades de ciclos más cortos logren una excelente relación de acidez y dulzor, todos de muy buena calidad. El primero en probar los suelos regionales para producir vino fue Felipe de Solminihac, con su viña Aquitania, específicamente en Traiguén.

Pronto se sumarían otras, como Viña Las Gredas, de Perquenco, de propiedad de María Victoria Petermann, quien recibió el impulso del suegro de Solminihac, Alberto Levy, el desaparecido empresario agrícola e ingeniero agrónomo de Traiguén.

Parte el 2001 y con contratiempos climáticos logra tener buenas cosechas en algunas temporadas. Sin embargo, Petermann es más optimista con las proyecciones del sector.

En este sentido, asegura que pese a la complejidad del clima, esta misma condición especial repercute en la calidad de la cepa. «En general, nuestro vino, un Chardonnay, es más ácido y tiene una excelente acogida», dice.

Cabe destacar que la mayoría de los productores en la Región inician, en gran medida, por un tema de gusto y tradición. Este es el caso de Viña Los Colonos, de Alfonso Zanetti, que el 2005 decidió iniciar en el valle de Lumaco, inspirado en las viñas de sus padres.

Cuenta que aunque todo su entorno le sugería que trabajara con variedades más tradicionales, optó por el Cabernet Sauvignon, lo que «ha resultado bastante bien. Los vinos son de muy buena calidad, en lo que ha influido las condiciones del terreno y del clima».

Proyecciones

Los productores de vino coinciden en que el camino no ha sido fácil, principalmente por el desconocimiento de los consumidores sobre esta nueva zona vitivinícola chilena y la poca cultura en la materia.

En este sentido, Morales indicó que el Nodo Estratégico Chile Vitivinícola trabajará desde Maule hasta Aysén en tres ejes: nuevos productos, cambio climático y rescate de material genético.

«En esto La Araucanía es clave, porque en ella ya existen viñedos de cepas finas europeas. De aquí en adelante y con ayuda de la tecnología lo que tenemos que determinar es en qué otros sectores podemos plantar con condiciones que puedan generar la madurez de la uva», sostuvo.

Y Morales no escatimó en entusiasmo. «La Región de La Araucanía podría llegar a ser una de las zonas de producción de vinos blancos, Pinot Noir y espumantes de alta calidad más influyente del país», manifestó.

Clima y rescate genético

En los últimos 10 años, la industria del vino chileno ha tenido que enfrentar diversas situaciones, principalmente por el Cambio Climático y alteraciones en las condiciones agroclimáticas, lo que ha hecho reaccionar a productores y empresarios, con el fin de fortalecer el posicionamiento de una de las exportaciones con mayor valor agregado que tienen nuestros campos y la propia economía chilena.

A lo anterior, relata un artículo de chilevitivinicultura.cl, se suma la alza de las temperaturas hacia el sur del país, que ha generado una extensión de la frontera vitivinícola a más de 1.700 km al sur de la zona central, generando de esta forma una gran oportunidad para producir vinos de mayor valor agregado que les permitirá mejorar el portafolio de vinos de alto precio.

Por otro lado, Chile se ha convertido en un “Reservorio de Genética” única en el mundo, ya que se han podido encontrar viñedos con más de 200 años en plena producción, generando con esto, un gran revuelo en la investigación y biotecnología para identificar el potencial de producción de ese material genético, además de poder implementar colecciones de variedades de “Vitis Vinífera”, que en mucho otros países ya desaparecieron por factores como el ataque de la Filoxera, entre otros.

Ampliación de la frontera

Según Ignacio Serra, Ing. Agrónomo-Enólogo de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, y PhD en Terroir de Stellenbosch University, Sudáfrica, “Chile está en plena ampliación de la frontera vitivinícola, lo que nos llevará rápidamente a tener que analizar las condiciones de suelo, mesoclima y potenciales cultivares en estos nuevos viñedos”.

Para el académico, esta nueva realidad abre un nuevo frente de innovación e investigación que se abocaría a responder las interrogantes y desafíos que presentan estas nuevas zonas. “Deberíamos decir que ya existe una zona Sur Patagónica de viñedos chilenos que comenzará a conquistar los paladares nacionales e internacionales con sus vinos únicos”

Para dar un ejemplo, la zona vitivinícola más emergente de Chile, con menos de 15 años de desarrollo, es la Región de la Araucanía. En esta zona, a más de 800 km al sur de la Capital de Chile, Santiago, se han establecido más de 25 viñedos de diferentes empresarios que invirtieron en el negocio del vino- Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, y Gewurztraminer, entre otras.

Y a renglón seguido, señaló un dato clave. Estos viñedos aparecidos en nuestra zona encuentran en la vitivinicultura una alta motivación en los altos precios de las categorías de vinos premium. Esta tendencia es la que debe ser potenciada más al sur, hasta llegar a más de 1.700 km de la zona central, en plena Patagonia, según señala Maximiliano Morales, Agrónomo y Gerente del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola.