Publicado por: Karina Pavez | martes 6 de octubre de 2015 | Publicado a las: 00:44
Hay momentos en que es inevitable desvelarse, pero debes de ser consciente de cuán perjudicial es para tu cuerpo. Los neurocientíficos de Noruega han estado investigando de cerca las repercusiones potenciales en la salud, y son bastantes como te podrías imaginar si alguna vez ha sufrido una noche de insomnio.
Científicos reclutaron a 21 hombres jóvenes sanos que se sometieron a una serie de pruebas a base de imágenes de tensor de difusión, que indican la difusión del agua en el cuerpo y por lo tanto la salud del sistema nervioso. Los voluntarios se quedaron despiertos durante 23 horas, y proporcionaronn algunas condiciones de control, no se les permitió consumir alcohol, cafeína o nicotina durante el estudio, así como no podían comer nada antes de la investigación.
El informe señaló que existían cambios significativos en la materia blanca del cerebro después de una noche sin dormir, al constatar que la privación del sueño se asoció con la anisotropía fraccional generalizada. En otras palabras, las redes de la ‘conectividad’ dentro del cerebro sufren una degradación. Los cambios se observaron en toda la parte que cubre el cuerpo calloso, tronco cerebral, el tálamo, extensiones temporales y parieto-occipital y frontal de el cerebro.
Lo que no está tan claro es si podría un largo sueño al día después recuperar todo el daño que se ha hecho. También asegurann qué otros factores contribuyen a estos cambios en la composición de nuestro tejido neuronal.
«Mi hipótesis sería que los supuestos efectos de una privación del sueño en la sustancia blanca microestructura son de corto plazo y se podrían revertir después de que uno tenga un par de noches de sueño normal», afirma Torbjørn Elvsåshagen investigador principal. «Sin embargo, podría existir la hipótesis de que la insuficiencia crónica de sueño puede conducir a alteraciones más duraderos en la estructura cerebral.»
Dos de los sujetos en la prueba no mostraron el mismo comportamiento en el patrón cerebral que los demás, lo que indica que tal vez algunos de nosotros tenemos cuerpos que están mejor protegidos contra los efectos de la privación del sueño.