Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 17 de octubre de 2022 | Publicado a las: 08:51
Para el académico de la Universidad de la Frontera, y analista económico y financiero, sostuvo que la región si bien tuvo un buen PIB, “uno mira la historia para atrás uno empieza a ver que la región ha ido desacelerando; la tasa de crecimiento viene disminuyendo, seguimos creciendo, pero a tasas más lentas que es un poco lo mismo que le ha estado pasando al país”
Sobre la inversión en la región, dijo que, “las autoridades regionales tienen que abordar parte de este problema, en cómo se generan políticas tanto de seguridad como económicas con miras a la atracción de inversión y ese debiera ser el gran desafío de la región, porque si tenemos un flujo de inversión importante eso va a desencadenar en el futuro en crecimiento, más puestos de trabajo y en mayor nivel de ingreso en la población”.
Por Diario Tiempo21
El Coordinador del Observatorio Social y académico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la Frontera, Patricio Ramírez, analizó la contingencia económica de la región de La Araucanía, además de las cifras del desempleo, así como las proyecciones para la región para el 2023.
Ramírez, Ingeniero comercial con mención en economía. Magíster en administración de empresas, además de ejercer docencia en la Ufro y en el Instituto Subecaseaux, sostuvo que la región está “al debe” para la generación de empleos, y que la solución debe ser que “las autoridades regionales tienen que abordar parte de este problema, en cómo se generan políticas tanto de seguridad como económicas con miras a la atracción de inversión”.
La tasa de desempleo en La Araucanía llegó al 7,7 ¿Qué le parecen esas cifras?
En términos de empleo, lo ideal para hacer un análisis más completo se debe ver la creación de empleos, qué pasa con los ocupados. Si bien no es un mal indicador en términos generales, si podemos decir que La Araucanía no ha podido recuperar el nivel de empleo de ocupados que tenía en prepandemia. A fines de 2019, la región tenía cerca de 450 mil personas ocupadas, y en el peor momento del Covid, eso cayó como a la 310 mil personas, y después se recuperó, pero aún faltan 50 mil empleos para regresar al nivel que teníamos en el período prepandemia. Ese dato nos dice que todavía la región está al debe, en un momento complejo y desafiante, si bien las tasas no son tan altas de desocupación, eso es porque hay personas inactivas y que se han retirado de la fuerza de trabajo justamente porque no han encontrado empleo. La tasa de desocupación por sí sola a veces no es un muy indicador de lo que está pasando en el mercado laboral.
¿Qué ocurre en ese caso con el empleo informal? Porque el dato del empleo informal sube las cifras
Sí, de hecho, el empleo que nosotros tenemos hoy, y prácticamente un tercio de ellos, es informal. La Araucanía es la región que tiene la mayor informalidad laboral. Además, que tenemos un problema de que falta generar más puestos de trabajo, y los que tenemos que todavía no son suficientes, una buena parte de ellos son informales. Si no contáramos los empleos informales, el panorama sería mucho más complejo todavía, estaríamos hablando de que la región tendría una mayor falta de puestos de trabajo.
¿De qué manera se puede reducir la brecha del desempleo en la región?
Si la región de La Araucanía quiere tener una mayor capacidad de generar empleo, tener menores tasas de desocupación, mayor creación de empleo, lo que hay que ir aumentando en el tiempo es la capacidad productiva, inversión, la generación de proyectos, instalación de más empresas, la atracción de inversión hacia la región, y eso ha sido una piedra de tope para la región. Esto en el fondo no ha permitido absorber toda la cantidad de trabajo disponible que hay en la región; o sea, hay personas que están disponibles para trabajar, pero no hay suficiente oferta como para absorber esa demanda disponible.
Más allá del desempleo, que sigue siendo una de las cifras más altas, hay un tema de inversión, se habla de que no se invierte por el clima hostil en la zona. ¿Cómo uno puede convencer a la gente que quiera invertir en la región?
Cuando un empresario decide invertir en un país o en una región, mira varios factores. Mira que haya demanda, poder de compra, y La Araucanía tiene ingresos promedio relativamente bajos en torno al país, y es ahí donde tenemos una desventaja. También la inversión necesita capital humano, trabajadores calificados, y ahí también tenemos una falencia porque la región también tiene indicadores de educación bastante bajos con respecto al país. Además requiere cierta certidumbre, seguridad en los negocios, en el ambiente, en el clima de que uno tenga la seguridad de puedas operar con cierta normalidad y no vas a tener hechos externos que puedan dificultar la operación de la empresa, y eso lamentablemente duele decirlo pero en la región cuesta garantizar esa situación, especialmente en algunas zonas; tampoco estamos diciendo que eso suceda en toda la región, pero finalmente termina afectado la mirada que tienen de afuera, y ellos no lo ven así, entonces la región queda con una imagen de reputación empresarial negativa que nos afecta en atraer inversión, y eso se demuestra en algunos indicadores que se hacen de medición de expectativas empresariales.
Sobre lo mismo, el Índice de Confianza Empresarial en La Araucanía mantiene sus índices en “pesimista” o “moderadamente pesimista” desde 2019, y en todos los sectores que realiza dicha medición ¿Cómo esto se puede cambiar?
Justamente eso lo que está pasando, y la percepción de los empresarios es negativa y eso hace que frenen sus decisiones de aumentar producción, contratar más trabajadores. Eso lo arrastramos ya desde hace tres años estando en la zona “pesimista” y ni siquiera en la zona “medianamente pesimista” sino que estamos bastante abajo, en el penúltimo. En mayo estuvo en el nivel más bajo de la historia de este indicador, y en junio a muy pesimista, eso es como subir de una nota 1.0 a una nota 2.0 en el colegio, sigue siendo una nota muy mala.
En resumen, revertir las confianzas no es fácil, es un proceso lento que requiere de señales, de un trabajo conjunto de la política pública, y con los empresarios que también generan el empleo. Creo que aquí la mirada tiene que ser un trabajo en conjunto, a veces uno quiere separar como los buenos y malos y eso es lo peor que nos puede pasar como región, porque finalmente, el empresario sea público o privado son los que generan empleo, y es una de las falencias que tiene nuestra región que es la generación de empleo, así que el cómo mejorarlo es abordar los temas de mejorar la educación, la cobertura y también mejorar el clima que está calificado como hostil, es una tarea difícil, quizás sea una solución multifactorial, pasa por temas sociales, políticos, etc.
Además, creo que todas las políticas regionales y nacionales debieran apuntar a como hacemos para generar más certidumbre, seguridad en la región, a la vista de quienes generan inversión (…) los índices de confianza empresarial hay poco que discutir, entonces lo que hay que hacer es que las autoridades regionales tienen que abordar parte de este problema, en cómo se generan políticas tanto de seguridad como económicas con miras a la atracción de inversión y ese debiera ser el gran desafío de la región, porque si tenemos un flujo de inversión importante eso va a desencadenar en el futuro en crecimiento, más puestos de trabajo y en mayor nivel de ingreso en la población.
Ya, post pandemia con el relajo de las medidas covid-19, ¿Cuál es el escenario que vislumbra para la economía en La Araucanía?
El escenario sigue siendo complejo, porque si bien estamos saliendo de la pandemia, lo cual hizo que muchas empresas retornaran a sus actividades, lamentablemente estamos en un escenario país con altos niveles de precio, inflación y con un crecimiento desacelerando, y La Araucanía no ha escapado de ese escenario. Si bien el PIB habla de que creció en la región un 5,9% el primer trimestre de 2022, ya que si bien es una cifra buena, positiva, el problema es que cuando uno mira la historia para atrás uno empieza a ver que la región ha ido desacelerando; la tasa de crecimiento viene disminuyendo, seguimos creciendo pero a tasas más lentas que es un poco lo mismo que le ha estado pasando al país. Y lamentablemente la proyección para el 2023 es bastante poco auspiciosa para La Araucanía, y lo más probable es que si seguimos esta tendencia, el 2023 nos encontraríamos con una recesión, con un decrecimiento, o sea, con un crecimiento negativo para La Araucanía.
Hace un par de días el FMI dijo que “si China se frena, el mundo también lo hará”, donde además proyectó que el PIB de Chile sería del 2% ¿Se puede tomar ese análisis como una “recesión” o más bien una “desaceleración económica”?
Nosotros como economía nacional es casi seguro Chile va a tener una recesión el 2023, hay varios organismos nacionales e internacionales han confirmado que habrá una recesión. Lo más probable es que La Araucanía siga el mismo camino. De hecho lo que le pasa a la región sigue la tendencia del país y lo hace más marcado, cuando el país crece, la región crece un poco más y cuando el país cae, la región también tiende a caer con mayor fuerza, y todos esos elementos hacen proyectar que La Araucanía en 2023 también experimentaría una recesión económica, y va a ser un escenario mucho más negativo de lo que hoy día estamos viviendo.
¿Fueron finalmente una mala política los retiros de fondos de AFP así como los IFE ampliado, universal y laboral?
Los retiros de fondos inyectaron a la economía un tremendo exceso de liquidez, y como estábamos en pandemia, con la producción contraída al final, la economía pasó que había mucho dinero dando vuelta, y la producción no estaba trabajando a tope entonces los precios se dispararon. Esas políticas fueron negativas en el momento que fueron universales, y pudieron haber sido más dirigidas a aquellos segmentos de la población que se estaban viendo más golpeados.