Los chilenos destacan a nivel mundial como una población con alta tasa de obesidad y sobrepeso. Así lo destaca el Mapa Mundial de la Obesidad, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), listado que ubicó a los hombres de nuestro país en el segundo lugar del ranking a nivel sudamericano. El sobrepeso llega al 63,2% y los obesos al 23,3%, siendo sólo superados por Argentina, país que ostenta el primer lugar.
Y las mujeres chilenas tampoco quedan fuera de este mapeo. Ellas lideran el ranking de obesidad de Sudamérica, con un 32,2% seguidas por las uruguayas. En sobrepeso, en tanto, obtienen el segundo lugar con un 63%, listado que encabeza Venezuela, con un 63,5%.
La obesidad suele comenzar en la infancia a causa de una mala alimentación que incluye, entre otras cosas, bebidas azucaradas y comida chatarra. Eso, sumado a la falta de deporte, hace que de adultos encabecemos el Mapa Mundial de la Obesidad a nivel Sudamericano.
Ante esta realidad, la Nutricionista Jefe del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (ex Posta Central) Inés Baros, señala que es necesario cuidar lo que se come pero también la cantidad desde pequeños. «Servir a los niños porciones «adecuadas» es un asunto de equilibrio: éstas deben ser suficientemente grandes para proveerles suficientes calorías y nutrientes para crecer y desarrollarse, pero hay que tener cuidado de no exceder el tamaño, pues les puede proporcionar más calorías de las que necesitan» insiste la profesional del HUAP.
Baros entrega una serie de tips para enseñarles tanto a niños como adultos lo «adecuado» de las porciones. «Es un método muy sencillo. Solamente hay que comparar ciertas porciones de alimentos y bebidas con ciertas partes de tu mano», explica.
• Verduras: tanto crudas como cocidas, deben ocupar el espacio que incluyen las dos manos juntas en forma de cuenco.
• Hidratos de carbono: este grupo de alimentos incluye la pasta, el arroz, papas y el pan, y la cantidad que le corresponde es el puño cerrado.
• Proteína: cuando nos refiramos a un filete de carne o pescado, habrá que escoger el que sea del tamaño de la palma de la mano, que va desde la muñeca hasta dónde empiezan los dedos. El grosor de la pieza debe ser más o menos el del dedo meñique.
• Legumbres: su contenido nutricional destaca en proteínas de alta calidad biológica, aunque resultan también una buena fuente de hidratos de carbono, por lo que podrás contarlo como aporte proteico o como aporte de hidratos de carbonos.
• Frutas: toda la que quepa en una mano abierta en forma de cuenco.
• Quesos: un pedazo de queso no debe ser superior al tamaño que ocupan, tanto a lo ancho como a lo largo, los dedos índice y corazón juntos.
• Grasas y azúcares: la proporción de grasas (mantequilla y aceite) y azúcares debe limitarse al tamaño de la primera falange del dedo índice, es decir, el segmento dónde este dedo se dobla por primera vez.
Además, los cinco dedos nos recuerdan que hay que realizar cinco comidas al día e ingerir cinco raciones diarias de frutas y verduras. Para disfrutar de una buena salud y sentirse con una actitud positiva y enérgica, es imprescindible alimentarse de forma equilibrada, aportar variedad y color a los platos y comer «según el tamaño de tus manos».