Desde el extremo sur de América, donde los bosques nativos de lenga dominan intensamente la geografía de la Isla de Tierra del Fuego, en la Región de Magallanes, proceden las puertas de madera nativa de lenga, un producto forestal que ya se exporta con éxito a diversos países del mundo y que confirma que es posible manejar nuestros recursos naturales en forma sustentable y generar productos madereros de alto valor.

Se trata de puertas fabricadas en Lenga, una madera nativa que sólo crece en la zona austral, muy apreciada por diseñadores, arquitectos y constructores, por ser dócil y fácil de trabajar. En otros países se la conoce como “cerezo chileno”, dada su similitud de veta y color con el cerezo norteamericano.

La gestora de este proyecto es Ignisterra, que en el 2009 se transformó en la primera empresa forestal chilena en certificar el manejo sustentable de sus bosques y procesos productivos de madera nativa con el sello FSC® (Forest Stewardship Council), que promueve el manejo forestal responsable en todo el mundo y el consumo de productos que provengan de una actividad que respete el entorno y la biodiversidad del bosque.

De acuerdo a su gerente general, Rodolfo Tirado, “este tipo de certificación es fundamental para el negocio, ya que en los mercados internacionales la certificación es muy importante y avala un comportamiento responsable de la empresa desde el punto de vista social, ambiental y económico”.

Explica que las puertas “provienen de nuestros propios bosques en Tierra del Fuego, donde manejamos en forma sustentable más de 15 mil hectáreas de bosques de lenga (Nothofagus pumilio), especie nativa que crece exclusivamente en el sur de Chile y Argentina”. Y agrega un dato importante: “El tipo forestal lenga representa un 25% de la superficie total de bosques naturales en el país”.

Las puertas Lenga Artesanal se comercializan a lo largo de todo el país. “Los principales clientes de nuestros productos son arquitectos, diseñadores, constructoras e inmobiliarias”, puntualiza Tirado, quien también señala que “al ofrecer este tipo de puerta estamos invitando a ayudar en la tarea de combatir el cambio climático”.

La sustentabilidad se explica al utilizar la madera en su totalidad, pues el árbol cumple su ciclo de vida de manera integral, al estimular la regeneración natural del recurso a través de las semillas que caen a la tierra. “Con esto, contribuimos a la regeneración de bosques naturales con árboles nuevos, sanos y fuertes, promoviendo también los beneficios económicos, sociales y ambientales que genera el bosque a largo plazo, tanto para las comunidades locales como para la sociedad en su conjunto”, advierte Tirado.

El gerente de operaciones de Ignisterra, Jaime Gómez, detalla que la producción de la madera se realiza íntegramente en Tierra del Fuego, en una planta industrial que funciona con energía autosustentable, ya que utiliza el total de la biomasa generada durante el proceso productivo.

Agrega que la madera luego se transporta hasta Villa Alemana, en la Región de Valparaíso, a la planta remanufacturera de la empresa, que cuenta con más de 100 equipos, desde maquinarias manuales a Centros Automáticos de Control (CNC), y así llegar hasta el producto final.

Trabajo que trasciende a la comunidad del extremo sur del país. “La empresa ha organizado giras y visitas a sus propios predios y bosques a los que ha invitado a otros productores y propietarios de bosques de lenga, enfocadas a intercambiar conocimientos y experiencias para cultivar y manejar la especie”, concluye el gerente general.