Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 13 de junio de 2016 | Publicado a las: 16:22
Satisfechas y seguras de que con los conocimientos adquiridos podrán mejoras sus respectivas iniciativas, se manifestaron las emprendedoras que están siendo asesoradas por un grupo de alumnos de la carrera de Técnico Universitario en Administración de la Universidad Autónoma de Chile en el contexto de un convenio firmado por la casa de estudios superiores con la Fundación Banigualdad y el municipio de Padre Las Casas.
Jorge Schwartz, profesor de la asignatura de “Evaluación de proyectos”, explicó que la iniciativa se desarrolla a través de la Facultad de Administración y Negocios, y favorece directamente a emprendedores de San Ramón.
“Es una intervención bastante pequeñas. Son cinco microempresarias de distintos rubros (confección de sábanas, rotisería y verdulería) que trabajan con los grupos de alumnos que están formados en el ramo de evaluación de proyectos”, dijo.
En este contexto, los jóvenes generan una intervención de aproximadamente un mes, en la cual les aplican diversos instrumentos de evaluación y les entregan las herramientas para que ellas puedan generar una administración más óptima o eficaz dentro de su negocio.
“Los objetivos son entregarles herramientas de administración a las microempresarias y que los alumnos tengan la vivencia de trabajar con microemprendedores y sepan que lo que están estudiando o realizando será un aporte a la sociedad”, puntualizó Schwartz.
Una de las alumnas involucradas en la iniciativa es Cecilia Troncoso, y habitualmente viaja a San Ramón para reunirse con su asesorada, Sara Sepúlveda.
Según explicó la joven, en las reuniones aplican herramientas que están aprendiendo “y que pueden llevar a nivel social y aplicarlos a personas que no tienen o les falta el conocimiento de negocios. Nuestro objetivo es entregarles apoyo y orientación para que sigan mejorando, y ellos lo reciben muy bien”, señaló.
Así lo confirma Sara Sepulveda, comerciante de la feria de San Ramón, quien señaló que “es una excelente oportunidad. Yo pensé que estaba haciendo bien las cosas, pero al parecer no era sí. Estaba vendiendo mis productos casi igual que en Temuco y no era mucho lo que estaba ganando. Ahora como que se me abrió algo en la mente y haré las cosas mejor para crecer”.
Claudia Saavedra, que se dedica al corte y confección, reconoce que ha aprendido a organizar su tiempo, sus materiales “y especialmente a cómo llevar a cabo mi trabajo de forma más ordenada. Yo antes trabajaba apatronada, pero ahora tengo un proyecto del Fosis. Lo que estoy aprendiendo me permite optimizar los recursos recibidos. La idea es perfeccionarse para seguir adelante”, sentenció.