El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha anunciado su renuncia al cargo después de casi diez años al frente del gobierno. En una rueda de prensa en Ottawa, Trudeau comunicó su decisión de dejar el liderazgo del Partido Liberal y señaló que permanecerá en el cargo hasta que su partido elija un nuevo líder.

Trudeau explicó que, tras conversar con su familia, llegó a la conclusión de que no es el mejor candidato para las próximas elecciones debido a las «batallas internas» dentro de su partido. En los últimos años, su popularidad ha disminuido y ha enfrentado presiones tanto internas como externas para que se hiciera a un lado.

El primer ministro lamentó que el Parlamento canadiense haya estado paralizado por la «obstrucción» y la «falta de productividad» en los últimos meses. Indicó que ha llegado el momento de un «reinicio» en la política canadiense y de «reducir el nivel de polarización» que se ha instalado en el país.

La renuncia de Trudeau marca el fin de una era en la política canadiense. Llegó al poder en 2015 con una agenda progresista que promovía los derechos de las mujeres, la lucha contra el cambio climático y la igualdad de género. Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por escándalos éticos y una creciente insatisfacción con su gestión económica.

El Partido Liberal ahora enfrenta el desafío de elegir un nuevo líder que pueda competir en las próximas elecciones, previstas para finales de este año. Entre los posibles candidatos se mencionan a Chrystia Freeland, ex viceprimera ministra; Mark Carney, expresidente del Banco de Inglaterra; y Anita Anand, actual ministra de Transportes.

La salida de Trudeau abre una etapa de incertidumbre en Canadá, que deberá decidir qué rumbo tomar en las próximas elecciones federales.