Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 26 de diciembre de 2016 | Publicado a las: 16:14
“La PSU es una prueba de conocimientos y en nuestra sociedad normalmente el que tiene más conocimientos es el que puede pagar por ellos. Hoy día para dar una buena prueba se necesita incluso preuniversitario, no basta con el colegio. Entonces, se transforma en una competencia desigual entre colegios y entre estudiantes”.
Con estas palabras el senador por La Araucanía y vicepresidente del Senado, Jaime Quintana, reaccionó frente a los nuevos resultados de la evaluación que arrojó 163 puntajes nacionales, afirmando que “basta observar que de estos máximos puntajes 112 sólo fueron en colegios particulares pagados”.
Y efectivamente las cifras lo afirman. Un 11% de los puntajes nacionales egresó de un colegio municipal (18), un 20% de colegios particulares subvencionados (33) y un abrumador 69% de particulares pagados (112).
“La PSU ha profundizado la desigualdad en el acceso a la educación superior, especialmente en las universidades y llegó la hora de revertir esta situación con el proyecto de reforma a la educación superior”, expresó el parlamentario, afirmando que “estamos en presencia de una feroz segregación porque sabemos perfectamente cómo le irá a un estudiante que asiste a un colegio en una determinada comuna u otra”.
Además, a juicio del parlamentario, “va contra toda lógica que alguien que va a estudiar educación física tenga los mismos instrumentos de ingreso que uno que estudia Medicina”, por lo tanto, el instrumento “PSU es un fracaso por donde se le mire”.
REFORMA A LA EDUCACIÓN SUPERIOR
“Sin cambiar la PSU no habrá verdadera reforma a la educación superior”, sentenció Quintana, ad portas que se inicie la discusión de esta iniciativa legislativa en el Senado. En esa línea, el senador PPD comentó que “no basta con otorgar gratuidad ni reformular las instituciones si el sistema de acceso responde al nivel socioeconómico”.
“Es urgente que encontremos un nuevo instrumento o más de uno que permita entender la educación como derecho social y no como un negocio. De hecho, eliminar la PSU es ir terminando con la lógica de mercado que implica acceder a la educación superior”, complementó el parlamentario.
De hecho, Quintana expresó que “un nuevo sistema debe contemplar conocimientos, aptitudes, mérito, vulnerabilidad y otros factores: Hay que avanzar a una prueba que mida el potencial de los estudiantes y las necesidades que requiere cada carrera, dejando atrás el concepto de prueba estandarizada”.