En pleno proceso para convertir el recién creado herbario de la Universidad Autónoma de Chile en uno oficial e internacional, se encuentra Carolina Pena-Martín, doctora en Biología -en la especialidad de Botánica- y académica docente investigadora de la casa de estudios.

El proyecto se enmarca en una investigación conjunta que está realizando con la Universidad Austral de Chile y más específicamente con dos genetistas de la entidad.

Según explicó la investigadora, actualmente hay algo más de cien especies clasificadas y la idea es dar los pasos necesarios para oficializar e internacionalizar el herbario, a objeto que las especies que lo componen estén en buenas condiciones y sean un aporte a la investigación mundial, como asimismo, para que otros centros de este tipo envíen sus especies.

“En los herbarios –y este sería único en su tipo en La Araucanía-, es posible encontrar algas, plantas, musgos y todo lo que esté dentro del grupo botánico -en pliegos o en frascos-, con la información del nombre del herbario, a qué especie pertenece, el nombre de la persona que lo recolectó, el de quien determinó qué especie es, las fechas de recolección y de determinación, y localización”, explicó.

Estas muestras son el primer eslabón en la investigación -por ejemplo, en medicina-, lo que hace necesario contar con la mayor cantidad posible de información de las especies, para que con el paso del tiempo se conozcan las condiciones ambientales en las que se desarrolló la especie, ubicación exacta, componentes, qué la diferencia de otras, etcétera.

Pena-Martín dijo que la idea es “tener material recolectado de La Araucanía y cuanto más podamos ampliar a nivel nacional o internacional, con el aporte de otros herbarios y recolecciones de propias recientes y futuras”, sostuvo.

Sin embargo, para que esto pueda ser, es esencial oficializarlo e internacionalizarlo, “y para eso, el herbario de la UA debe cumplir con ciertos requisitos: tener una página web en la que se pueda acceder en línea a la colección o al menos al listado; debe contar con un director, un conservador y tener una ubicación física definida y correcta (lugar frío, seco y oscuro)”, dijo la investigadora.

Una vez cumplidos estos requisitos, hay que buscar la inclusión por parte del Index Herbariorum, organismo que está gestionado de manera internacional por el Jardín Botánico de Nueva York.

“Lograrlo dependerá de la calidad que tenga la colección y no sólo de las muestras, sino que también se considera las personas que han estado trabajando en ella”, puntualizó la doctora.

Agregó que tener un herbario oficial “nos permitirá conservar adecuadamente el material  tipo, que no es más que el ejemplar sobre el que se describe cada especie. En nuestro caso, como estamos en vías de ir descubriendo especies nuevas –porque la costa de Chile es muy rica y está  muy poco estudiada-, en breve también se incluirán en el herbario”.

Cabe señalar que esta investigación cuenta con financiamiento de la Universidad Autónoma de Chile y está a la espera de un Fondecyt por 41 millones de pesos en dos años, que permitirá aportar nuevos especímenes a esta colección.