Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 27 de diciembre de 2019 | Publicado a las: 09:32
Ahora fue el turno de Lonquimay, donde INDAP financió la remodelación y mejora del Parador Turístico ubicado frente a la plaza, el cual la municipalidad entregó en comodato a la Mesa de la Mujer Rural, para que funcione como un espacio de comercialización de productos campesinos.
Este nuevo Mercado Campesino beneficia a 14 pequeñas productoras, todas mujeres campesinas de la cordillerana comuna, quienes recibieron un incentivo total de $25 millones, recursos con los cuales construyeron puestos de venta, servicios higiénicos y mejoramiento de la infraestructura que ya estaba. Además, invirtieron en señalética e implementos de marketing con la imagen gráfica del Mercado Campesino.
Según Emedith Leiva, presidenta de la agrupación local, este es un verdadero sueño cumplido, ya que ellas han trabajado por más de 3 años, comercializando sus productos de martes a domingo, y necesitaban un lugar digno. “Las socias ahora tienen un espacio propio, donde podrán vender todo lo que producen como por ejemplo: Artesanías en lana, cuero, hortalizas, agroelaborados y muchas cosas más. Por eso la invitación es a todas las personas que lleguen a Lonquimay, conocer este hermoso mercado de mujeres”, acotó la dirigente campesina.
Para Carolina Meier, Directora Regional de INDAP, con este nuevo espacio de comercialización de productos campesinos en Lonquimay, ya son 10 diez los nuevos Mercados Campesinos que se inauguraron durante el 2019 en La Araucanía. “Para la institución este es uno de los ejes fundamentales de trabajo, porque constituye el desarrollo de los denominados circuitos cortos de comercialización, acercando al productor con el comprador final reduciendo al mínimo la intermediación entre productores y consumidores, lo que significa que es el agricultor quien recibe un precio más justo por sus productos”, comentó la autoridad regional del agro.
Por su parte Nibaldo Alegría, alcalde de Lonquimay, destaco que el recinto recién inaugurado era un espacio requerido por las productoras campesinas, el cual está especialmente acondicionado para las temperaturas extremas de la zona cordillerana.