Publicado por: Claudio Nuñez | martes 6 de agosto de 2019 | Publicado a las: 15:43
Con la participación de diferentes abogados del país se realizaron en la Universidad Autónoma de Chile en Temuco las II Jornadas de Derecho Civil, organizadas por la Facultad de Derecho en el marco de la celebración de sus 30 años de existencia.
La jornada que se extendió por dos días tuvo como invitado central al destacado abogado regional Fernando Mellado Diez, quien recibió un homenaje por parte de quienes han sido sus colegas, estudiantes, exalumnos y amigos a lo largo de su vida.
El abogado egresado de la Universidad de Chile y titulado en 1954 mostró su vocación por la enseñanza desde muy temprana edad, impartiendo clases de educación cívica en el Liceo de Hombres, hoy Pablo Neruda de Temuco, para posteriormente asumir en la carrera de Derecho de la entonces Universidad Autónoma del Sur, desde 1992.
Su relación cercana con los estudiantes y su rigurosidad además de velar por el actuar honesto, correcto y responsable de su profesión son parte de las características que destacan al abogado temuquense, además de su conocida afición al club de sus amores, la Universidad de Chile.
Conocidos también son sus ejemplos coloquiales en clases, los que durante años sus alumnos recuerdan por los ilustrativos nombres de sus personajes y lugares, como el fundo “El gato brujo” o el banco denominado “Abarca y Aprieta”.
En su ejercicio profesional destaca el haber sido relator ad-hoc y abogado integrante de la Corte de Apelaciones durante siete años.
Al respecto el vicedecano de Derecho, Francisco Ljubetic, quien reseñó parte del quehacer profesional y académico de Mellado durante la ceremonia, señaló que «se resolvió homenajearlo por su dilatada trayectoria, su compromiso, claras definiciones éticas acompañadas de un intenso rigor y rectitud a toda prueba, ejemplo de seriedad y dedicación, que reflejan las competencias que hemos definido para nuestros egresados, calificándolo como un verdadero maestro».
Aunque a Fernando Mellado los reconocimientos no le gustan dijo «sentirse muy orgulloso con esta distinción que me hacen los colegas y amigos, es motivo de satisfacción», ocasión en la que aprovechó de entregar un mensaje a quienes serán los abogados del futuro. «A los alumnos y jóvenes que están partiendo, yo les daría un discurso largo, pero que en fondo sería que vivan la juventud y estudien, porque las dos cosas son compatibles».
Su legado no solo está presente en sus estudiantes y abogados de diferentes generaciones, sino que en sus tres hijos (María Inés, Fernando y Miguel) que también optaron por seguir el camino de su padre.
Su hijo, Fernando, dijo estar «muy contento con este reconocimiento. A mi padre toda la vida le ha gustado hacer clases, es abogado y profesor y sin duda eso inspira a mucho. Él es un enamorado del derecho y se lo transmite en todas sus clases a sus alumnos».