El informe del Reporte Global de Notas de Actividad Física en Niños y Adolescentes 2018 emitido recientemente pone a nuestro país en una posición muy negativa a nivel mundial.

Chile lidera la escala de sedentarismo y es uno de los peores en actividad física, lo que nuevamente levanta una alerta roja en los profesionales que desde hace algunos años vienen hablando sobre las cifras de obesidad que afectan a la comunidad en general, pero sobre todo a los niños y niñas menores de diez años.

Ante esto el director del Magister en Actividad Física, Salud y Calidad de Vida de la Universidad Autónoma de Chile, PhD. José Bruneau, señaló “es muy fácil responsabilizar a la clase de educación física por la falta de actividad motriz infantil. Sin embargo, el estudio recientemente publicado, deja en evidencia que la familia constituye uno de los elementos determinantes para que los niños y niñas rompan la cadena del sedentarismo”.

Agregó “el número de horas que los estudiantes pasan en la escuela, la obcecación por el rendimiento intelectual y presión sobre los puntajes Simce, PSU, entre otros, ha hecho que esta generación de niños y niñas tenga pobres expectativas de vida. Su inactividad se asociará a temprana edad a enfermedades cardiovasculares y obesidad”.

A pesar de los infinitos beneficios que tiene la actividad física y el deporte en la familia “es reducido el número de personas que mantienen un estilo de vida activo y más reducido aún son los que reclaman una mayor atención para la Educación Física y el deporte escolar en los planes educativos”, afirmó el experto.

Para Bruneau hoy todo se traduce en “notas, rendimiento y productividad. Los escolares saben más de una tablet que de su propio cuerpo y los padres muchas veces nos preocupamos más de mantener a los hijos tranquilos, enclaustrados, que no molesten, obnubilados detrás de una serie de Netflix, para que los adultos sigamos produciendo”.