Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 3 de julio de 2024 | Publicado a las: 21:37
Estudios realizados en Latinoamérica han mostrado cómo crear lugares de trabajos diversos e inclusivos contribuye al desempeño financiero de las organizaciones, al compromiso del talento y a mejorar los niveles de felicidad de los colaboradores (McKinsey, 2020).
Con el objetivo de comprender de manera más completa la experiencia de las personas LGBTQ+ en el mundo laboral, Buk, software integral de gestión de personas, realizó la encuesta «Work in Progress» en la que participaron 3.000 personas laboralmente activas en Chile, Colombia, Perú y México durante enero de 2024.
Los resultados revelan cifras preocupantes respecto a la experiencia y/o emociones de las personas LGBTQ+ en sus trabajos: mientras 31% de las disidencias sexuales declararon haber estado deprimidas en el trabajo siempre o casi siempre en los últimos dos años, solo 18% de sus compañeros reportó sentirse igual. Esta diferencia también se observa en los niveles de estrés y compromiso laboral, ya que las personas LGBTQ+ afirmaron sentirse estresadas con más frecuencia (54% vs 44%) y menos comprometidas con sus trabajos (73% vs 83% que dijeron sentirse comprometidas siempre o casi siempre) en comparación con sus pares. Además, reportaron menores niveles de felicidad (50% vs 63%).
La encuesta también reveló que las personas LGBTQ+ se sienten menos cómodas con sus equipos de trabajo (63%) versus sus compañeros cisgénero y/o hetersexuales (75%). Esto podría, en parte, deberse a que Buk descubrió que estas personas experimentan microagresiones con mayor frecuencia; una de las más vividas por ellas ha sido sentirse ignorados o excluidos en sus entornos de trabajo. En este sentido, 18% reporta haber vivido esto siempre o casi siempre durante los últimos dos años, el doble que sus pares heterosexuales/cisgénero con solo 9%. Dicha respuesta se repite respecto a ser interrumpidos constantemente en reuniones (16% vs 8%). Luego, 21% de quienes se reconocen como LGBTQ+ han observado que otros reciben el crédito por sus ideas, en tanto, solo 14% de sus pares advirtió lo mismo. Además, 16% declaró recibir críticas sobre su estilo de trabajo sin apoyo constructivo y apenas 9% de los heterosexuales/cisgénero admitió tener experiencias similares. Finalmente, mientras 12% de las personas de la disidencia sexual admitió que han recibido comentarios sobre su apariencia física en los últimos dos años, solo 7% del resto declaró tener experiencias similares.
Tres medidas clave
Los datos de «Work in Progress» revelaron también que las personas LGBTQ+ expresaron mayor insatisfacción con las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) de sus empresas en comparación con el resto (15% está muy insatisfecho con estas políticas vs el 9% del resto). Al respecto, Teresita Morán, Country Manager de Buk, comentó que “los datos que recogimos subrayan la importancia de reforzar las políticas de diversidad e inclusión en las organizaciones. La inequidad es un problema y por eso queremos ofrecer soluciones medibles y logrables en el tiempo, que signifiquen un apoyo real a todas las personas”.
Entre las medidas citadas por el estudio hay tres que Morán consideró esenciales. La primera es tomar un compromiso con la diversidad y la inclusión desde el centro del negocio, es decir, construir una cultura organizacional basada en los valores de la empresa y metas medibles en el tiempo. En segundo lugar, revisar la estrategia de selección y detectar posibles sesgos. Algunas medidas recomendables para ello son: definir pruebas anónimas para la selección de cargos, establecer una pauta de preguntas y capacitar a los encuestadores para evitar sesgos. Por último, es fundamental que la organización tome responsabilidad de las microagresiones que ocurran en el contexto laboral. Según el estudio de Buk, hay que capacitar a los colaboradores en esta materia, entregar un mensaje claro desde todos los liderazgos, así como disponer de canales de denuncia confiables y anónimos.
Foto: María Castellanos