La historia la escriben los vencedores y, en nuestra historia, nos han mostrado siempre una realidad, la de los vencedores o la de las oligarquías. Hemos crecido con una historia sobre la guerra con la Confederación Perú-Boliviana; no hemos leído cómo es la historia vista desde los peruanos y bolivianos. Más cerca tenemos nuestro caso con el Golpe Militar, donde durante 17 años nos mostraron sólo una parte de la historia.   Escucha Huinca, es el nombre de un libro escrito por Pablo Marimán, Sergio Caniuqueo, José Millalén y Rodrigo Levil, donde exponen con gran claridad, su posición en torno a lo que ha sido el pueblo mapuche en nuestra Región. Interesante leerlo para comprender cuál ha sido el sentir, desde un sentido histórico, de un pueblo que por años es parte de nuestra historia regional y nacional. La historia la escriben los vencedores y, en nuestra historia, nos han mostrado siempre una realidad, la de los vencedores o la de las oligarquías. Hemos crecido con una historia sobre la guerra con la Confederación Perú-Boliviana; no hemos leído cómo es la historia vista desde los peruanos y bolivianos. Más cerca tenemos nuestro caso con el Golpe Militar, donde durante 17 años nos mostraron sólo una parte de la historia. Traigo a cotación lo anterior, en el sentido que creo que no ha sido fácil conocer nuestra historia regional sobre el pueblo mapuche, contada por mapuches. Ahora, con el libro Escucha Huinca, es posible que logremos entender a cabalidad sus problemas para así buscar un encuentro común, que lleve a vivir en tranquilidad y en sana convivencia. De su lectura, me parece interesante destacar algunos hitos importantes que nos permite mostrar “el otro lado de la medalla”. Primero, el que  se refiere a la permanencia del mapuche en estas tierras: en su página 27 señala “en términos políticos hay quienes podrían deducir que si los mapuches llegaron del lado argentino, no tendrían derechos territoriales en Chile, ya que serían invasores”. Por otra parte, el historiador argentino Casaquimela, antropólogo, dirá que “los mapuches invadieron  Argentina y, por lo tanto, no tienen derechos territoriales en ese país”. Leído estos dos argumentos históricos, viene entonces la pregunta ¿de donde son los mapuches? Y la respuesta es que ambos conceptos están equivocados y que al pretender demostrar que los mapuches chilenos “llegaron como invasores” y los mapuches argentinos “también son invasores”, se pretende decir que en ninguno de los dos países tienen potestad sobre las tierras en que han vivido. Gran error. Segundo, la historia que se enseña, ubica a los mapuches junto a la llegada de los españoles y que ahí “se encuentran con un grupo de indios”. Hoy es posible demostrar que la presencia de los araucanos es de muchos años antes de estas circunstancias. En la página 45 se indica que “de acuerdo a descubrimientos arqueológicos en la región, se dará lugar a un primer elemento de difusión cultural representada en la denominada cerámica Pitrense. La reiteración de este tipo de cerámica, leva a Menghin  a plantear la existencia de una época denominada Paleo-Araucana, ubicándola tentativamente entre los años 1200 al 1400 d.C.  Sin embargo, otros autores difieren en las fechas del comienzo de la cerámica Ptrense; entre ellos, Berdichewky (1971) quien postula el comienzo de este tipo de ceramica hacia el año 500 d.C” “Hasta el momento, Pitren representa la primera ocupación agroalfarera al sur de Chile. Trabajos ulteriores han demostrado que este complejo cultural se extiende desde la cuenca del Bío Bío hasta la rivera norte del Lago Llanquihue. En el centro y norte de la provincia de Neuquén, también se ha detectado este complejo, cuya expresión cultural han demostrado que el complejo Pitren ya se hallaba presente en el valle de Cautín hacia el 600 d.C”. (pág. 46). Como señalan los autores: Historia Mapuche significa retomar nuestro pasado bajo nuestra propia epistemología y construir nuevos conocimientos a partir de nuestra cultura….establecer los puntos de convergencia y de antagonismo con otras formas de conocimiento, estudiar la construcción de conceptos y la operacionalización de éstos, al mismo tiempo que se hace la relación lengua (mapuzungun) y construcción de conocimiento”. Lo anteriormente, es sólo parte de la historia más desconocida. Queda aún por conocer la parte histórica “reciente” desde el 1500 en adelante. Qué duda cabe que tendremos dos, o quizás más, visiones distintas de lo sucedido y que al día de hoy no lo hemos clarificado. Por ello, resalto el interés del libro Escucha Huinca, para que sea leído “por moros y cristianos”, pero especialmente por aquellos que difieren del pueblo mapuche y por todos aquellos que hoy tienen la difícil misión de darle una salida política a los problemas que nos aquejan. ¿El objetivo?  Encontrar, a partir de la verdad, los puntos comunes que nos unen para iniciar juntos, en la región y en el país, un camino que nos lleve a vivir y crecer a pesar de nuestras diferencias.