Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 29 de diciembre de 2022 | Publicado a las: 09:18
Lo que era un anhelo para la comunidad católica de Pitrufquén que durante años debieron celebrar las misas, matrimonios y funerales en un gimnasio debido al daño sufrido en su estructura de la iglesia en el terremoto ocurrido en el año 2012, hoy nuevamente podrán desarrollar las eucaristías en el remodelado recinto patrimonial comunal, que fue inaugurado por el gobernador Luciano Rivas ante la presencia de diversas autoridades de la comuna y políticas de la región.
El templo de 941 metros cuadrados, luego de 12 años abrió sus puertas de manera oficial gracias al Proyecto de Reposición del Gobierno Regional, que contó con una inversión de $2.366 millones y que se reconstruyó en estructura de hormigón armado en el exterior y madera para el interior del recinto, recogiendo el diseño de las dos grandes tradiciones arquitectónicas del Siglo XX, la madera ligada el período fundacional de Pitrufquén, y el hormigón vinculado al período de consolidación del poblado, considerando además una nave central de 407 metros cuadrados, un altar, capilla para misa diaria, confesionarios, sacristía con baño y también escaleras entre los cinco niveles de la torre, junto a espacios exteriores y un área de campanario, entre otras.
Sobre este importante hito arquitectónico para Pitrufquén, el gobernador Luciano Rivas dijo que, “este es un emblema de la comuna que sufrió con el terremoto y que hoy después de 12 años se puede estar reconstruyendo y podemos estar entregando como Gobierno Regional. Lo importante que son este tipo de obras en las diferentes comunas de nuestra región, en este caso en Pitrufquén, donde la comunidad católica durante años estuvieron esperando el templo, y hoy por la voluntad de muchas personas, desde parlamentarios, consejeros regionales, intendentes de la época y los alcaldes que han pasado, han estado trabajando para que esta obra se pueda concretar, así que contentos de poder ver que las diferentes voluntades y el trabajo ha dado sus frutos, ahora retribuir a la comunidad con un excelente templo”.
El consejero Eduardo Hernández, dijo que, “hemos estado acompañando a los vecinos en la alegría de inaugurar un templo renovado, donde la comunidad católica y en general de Pitrufquén, van a tener instalaciones de primer nivel para poder venir y participar de las ceremonias y de todo lo que la colectividad cristiana y católica hacen, así que contento con este proyecto de larga data y que fue financiado por el Gobierno Regional en su totalidad con un carácter patrimonial indiscutible para la comuna, y que sin duda, va a ser un aporte para Pitrufquén y las localidades cercanas”.
La alcaldesa Jaqueline Romero, sostuvo que, “estamos felices de poder inaugurar nuestro templo San Juan Evangelista, fueron muchos años de trabajo, agradecida de Dios y de las autoridades que en su momento estuvieron trabajado para que este sueño se hiciera realidad, hoy como alcaldesa y también como presidente del Consejo Regional en su momento. Agradezco al gobernador regional Luciano Rivas que nos ha acompañado y nos ha ayudado durante todo este tiempo que ha estado en el mandato, a todos los consejeros regionales que nos han apoyado para aprobar los recursos y esto fue mágico, porque cuando hay fe y ganas de sacar un proyecto adelante se hace, y aquí hubo muchos actores participando”.
Gabriel Salas, párroco titular de Pitrufquén por más de 18 años comentó que, “es una alegría, una fiesta porque estuvimos esperando 12 años con todos estos avatares de ida y venidas, hasta que finalmente se ha logrado, como dijo el gobernador, con la gracia de Dios”.
Mientras que uno de los impulsores para la reconstrucción del templo, el senador José García Ruminot, dijo que, “por razones familiares me siento muy ligado a la comunidad de Pitrufquén y conocí la antigua iglesia que ya traía sus propios problemas, pero cuando ocurre el terremoto del 27 de febrero de 2010, la municipalidad se ve obligada a declarar inhabitable y ordena su demolición porque representaba un peligro para la comunidad, no solo para quienes pudieran haber ingresado, sino que para quienes podían transitar por fuera de la iglesia, y es en eso que comienza el trabajo de juntar las voluntades, al trabajo del padre Gabriel, porque silenciosamente y afanosamente se dedicó a juntarnos a todos para que cada uno pusiera un granito de arena en la reconstrucción del templo. Participar de la inauguración de una obra para Dios, para todos los creyentes, independiente de cual sea la iglesia a la que pertenezcan es sin duda, un motivo de gran alegría”.