Publicado por: Claudio Nuñez | martes 26 de abril de 2022 | Publicado a las: 12:39
Por dos años las familias chilenas debieron acostumbrarse a que sus comedores o dormitorios se convirtieran en salas de clases, para que sus hijos lograran conectarse a internet. Estos nuevos espacios de enseñanza perjudicaron los aprendizajes, sobre todo, en los niños más pequeños que debían aprender a leer y a escribir y que para ello, dependían absolutamente de las posibilidades de sus familias para acompañarles.
La crisis sanitaria provocó daños profundos en los aprendizajes. Tal es así, que en el estudio publicado por el Ministerio de Educación en agosto del 2020, sobre el impacto de la pandemia en los resultados de aprendizaje y escolaridad en Chile, en base a las herramientas de simulación del Banco Mundial, se estimó que el cierre de las escuelas por un año implicaría pérdidas en el aprendizaje entre un 64% a un 95% dependiendo del quintil de ingresos, donde los sectores más postergados de la sociedad se verían más perjudicados.
Sin el funcionamiento normal de los establecimientos escolares se incrementaron las brechas hacia los sectores más desprotegidos de la sociedad, en los que ya las mediciones históricas de lectura realizadas por el MINEDUC con anterioridad a la pandemia, evidenciaban que las niñas y niños pertenecientes a dicho sector socio-económico de nuestro país, se situaban en una gran mayoría en un nivel lector insuficiente y elemental en relación a lo esperado en las bases curriculares vigentes.
El compromiso de AraucaníAprende
Bajo este desalentador escenario, en el que según las mediciones del MINEDUC, 2 de cada 3 estudiantes no logran los aprendizajes lectores mínimos, Fundación AraucaníAprende innovó en la ejecución de su Programa Rescate Lector para aportar y dar continuidad al aprendizaje de la lectura, incluso con los niños en sus hogares; logrando que por medio de videollamadas profesoras Rescatistas y profesionales de su renovado equipo Rescate Lector Remoto, impartieran clases para que alumnos de segundo básico aprendieran a leer a pesar que la pandemia les impedía aprender en sus salas de clases.
“Nos encontrábamos en marzo del 2020 y sin poder concurrir a las escuelas a enseñar a leer. Nos dijimos no podemos quedarnos de brazos cruzados y con este gran equipo rediseñados desde la evaluación hasta la forma en cómo trabajaríamos por videollamadas con las madres y los niños. Fueron meses muy duros, porque además nosotros mismos estábamos confinados en nuestras casas. Luego de 2 años de arduo trabajo, logramos atender a 10 mil familias y niños, enseñamos a leer contra todos los obstáculos. Sin embargo, fueron muchos los niños que no pudieron acceder a esta ayuda. Dos años de encierro en niños de 7 a 9 años tiene un efecto negativo muy importante en todo su desarrollo, no tan solo en la lectura. Se afecta el lenguaje oral, que es la base de la comprensión lectora, se debilitan sus habilidades sociales, su desarrollo emocional, incluso su desarrollo físico por las restricciones de movimiento. El panorama para este 2022 es de un desafío colosal, pues deberemos enfrentar con mucha sabiduría y equilibrio recuperar el aprendizaje, la lectura y fortalecer el desarrollo integral de todos los estudiantes”, explicó Carlos Dreves, Director Ejecutivo de Fundación AraucaníAprende.
El trabajo educativo de los equipos multidisciplinarios de AraucaníAprende en los 406 establecimientos que participaron el Programa Rescate Lector Remoto, permitió constatar que el covid y sus restricciones a la sociedad habían influido en el aprendizaje lector. Los diagnósticos comparativos realizados a los niños que ingresaron al programa de la Fundación entre el 2020 y 2021 arrojaron importantes diferencias. Tal es así, que el 2020 retraso lector en segundo básico, que corresponde a los niños no lectores y lectores silábicos, se situó en un 52%, mientras que el 2021 se incrementó en un 67%. Cifras que se pueden contrastar con el 24% de niños que el 2020 lograron el nivel lector esperado-lectores palabra a palabra- versus el 17% que lo hizo el 2021.
Para mitigar estos efectos e impedir que las brechas en el aprendizaje lector se incrementaran, AraucaníAprende estrechó los lazos durante la pandemia con las 7.658 familias que aceptaron que sus hijos participaran del programa. De esta forma, no solo centró su trabajo en disminuir las cifras negativas, sino que también, contribuyó con recursos para el apoyo lector en el hogar, pues no solo la falta de acceso a internet frenó el aprendizaje, las dificultades de los padres para brindar apoyo a sus hijos en el hogar, también se convirtieron en un factor determinante.
Por 15 años igualar las condiciones para el aprendizaje lector infantil ha sido el compromiso irrestricto de Fundación AraucaníAprende, por lo que hoy ante el escenario educativo en el que los niños han retrocedido en su aprendizaje lector, es imprescindible brindar el mayor apoyo posible y trabajar con más fuerza para equiparar el futuro de niños y niñas, aportando como Fundación desde su experiencia con más y mejores oportunidades para el aprendizaje lector infantil.