Publicado por: Karina Pavez | lunes 3 de noviembre de 2014 | Publicado a las: 15:02
1.- De la querella presentada en esa causa se excluyó expresamente a los menores. Por lo tanto éstos no son objeto de ninguna querella por parte de la Intendencia de La Araucanía.
2.- El trato dado a los menores me parece degradante y atentatorio a su dignidad. Más allá de aspectos reglamentarios y de los protocolos internos, un mínimo de prudencia funcionaria aconsejaba dar a los menores un trato acorde con su condición de tales, trato que hiere no sólo a los menores, sino también a su familia y a su comunidad.
Hace unos días atrás, en Temuco, con motivo de una bomba de ruido que afectó a vecinos de un determinado sector de la ciudad, los menores involucrados en tales hechos fueron entregados por Carabineros directamente a sus padres, sin hacerlos pasar por los Tribunales ni menos enviados a la cárcel ni al control de detención. No puede el Estado, a través de sus organismos, tener un doble estándar al respecto, lo que da lugar a discriminaciones inaceptables.
3.- Al respecto, este Intendente ha solicitado a la Dirección Regional de Gendarmería un informe al respecto y ha oficiado al Sr. Ministro del Interior dando cuenta de estos hechos para que recabe del Ministerio de Justicia la pertinente investigación.
4.- Rechazo la violencia como método de lucha para reivindicaciones políticas o sociales. Cuando la violencia aparece al final son los más débiles los que pagan las consecuencias. Junto a ello el Estado debe dar una respuesta oportuna y eficaz a las demandas presentadas por los sectores sociales. Cuando el Estado es tramitador, lento, burocrático y no da respuesta la gente deja de creer en las Instituciones y en la política. De ahí mi permanente discurso para que todos los organismos del Estado en la región apuren el tranco en las respuestas y en la solución de los problemas.
5.-La región de La Araucanía requiere paz social basada en la justicia y en el término de la pobreza y del racismo, excluyendo la violencia, para resolver el problema político que el pueblo mapuche le ha planteado al Estado de Chile.