Publicado por: Claudio Nuñez | martes 27 de diciembre de 2016 | Publicado a las: 14:28
El calor extremo afecta directamente el bienestar de los animales de compañía, por lo que es relevante conocer prácticas para ayudarlos y enriquecer su ambiente.
Existen factores ambientales y psicológicos que pueden afectar positiva o negativamente el bienestar de los animales de compañía. Así, es necesario conocer y comprender sus necesidades físicas, mentales y conductuales de manera de respetarlas, reforzarlas y satisfacerlas.
De acuerdo a la Dra. María José Ubilla, académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Andrés Bello, uno de los mayores factores medioambientales que influyen de manera directa es la temperatura. “Tanto el frio como el calor extremo pueden comprometer la fisiología y comportamiento de los animales; la temperatura corporal normal en perros adultos, por ejemplo, es cercana a los 38°C, y en los cachorros un poco más baja”, señala.
Por otro lado, explica la experta, debemos recordar que los perros tienen una forma de termorregulación diferente a la nuestra. Para eliminar el calor ellos no sudan, sino que jadean para ingresar aire más fresco y así eliminar el exceso de calor de su cuerpo. Sin embargo, “al jadear también evaporan agua, lo que en días de mucho calor puede producir incluso deshidratación. Es por este motivo que cobra vital importancia el posibilitar acceso permanentemente a agua fresca y limpia”, explica la Dra. Ubilla, quien es especialista en etología y bienestar animal.
Consejos para los días de calor
Idealmente todos los perros deben pasear en horas frescas para prevenir la deshidratación o alguna lesión en las patas por lo caliente que pueda estar el piso, evitando el uso de bozales que impidan la correcta realización del jadeo. No obstante, “algunos perros pasean con bozal para evitar que agredan, o por otra indicación conductual, por lo que este tipo de pacientes necesariamente lo deberá hacer en los momentos más frescos del día: antes de las 11.00 am, o bien, posterior a las 19.00 hrs.”, complementa la Dra. Ubilla.
Además, los responsables de los animales deben proveerles de una casa ubicada en un lugar con sombra (bajo un árbol o un techo), la que se puede mojar por fuera varias veces al día para bajar la temperatura dentro de ella. Para entretenerlos en casa, se les puede ofrecer juguetes y accesorios frescos o congelados. A aquellos perros que disfrutan con el agua se los puede “manguerear” o proveer de alguna fuente que haga las veces de piscina.
También, complementa la académica UNAB, “a todos los perros podemos entregarles parte de su ración diaria en helados especialmente preparados para ellos. Los niños, por ejemplo, se entretienen mucho fabricando helados para sus ‘hermanos peludos’, los que se preparan con su mismo alimento o adicionando además golosinas para perros”. Existen también mantas, bandanas y pelotas con un gel especial refrigerante y no tóxico que se entregan a los animales para que se refresquen.
“Durante el verano los perros extienden sus horas de sueño en las horas de más calor, por lo que si queremos prevenir que aumenten excesivamente su actividad durante la noche, los debemos desgastar físicamente a través del paseo y el juego en las horas más frescas, y estimular su mente con entrenamiento o juguetes cognitivos en las horas de más calor”, concluye la Dra. Ubilla.
Por último, recalca que es importante proteger su piel -no sólo a los de color blanco- con bloqueador solar. Para ello también existen productos especialmente fabricados para mascotas.