Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 30 de septiembre de 2016 | Publicado a las: 16:50
Con el objeto de instalar competencias en los equipos técnicos y de intervención directa con niños, niñas y adolescentes de los centros del Sename, en la región de La Araucanía, en la Universidad de la Frontera se realiza curso especializado sobre el Modelo Multidimensional de Intervención Diferenciada con Adolescente, Mmida.
La capacitación fue impartida por la Universidad de la Frontera y consta de 20 horas cronológicas de las cuales 16 fueron presenciales; y 4 de modalidad e-learning.
De acuerdo a lo expresado por Alba Zambrano, académica del departamento de Psicología y directora del magíster en psicología comunitaria de esta casa de estudios, el modelo de intervención Mmida ha sido desarrollado por profesionales de la Ufro y permite proveer de elementos comprensivos y operativos para la intervención con jóvenes con compromiso delictivo, haciendo distinción respecto de aquellos que por su trayectoria de vida han ido desarrollando dificultades más persistentes y que derivan en la transgresión de normas, pero también otro conjunto de comportamientos que implican dificultad para él y otras personas situadas en su entorno, entre los que se cuenta la violencia y el consumo de drogas, entre otras: “El Mmida lo que procura hacer una sintonía entre los recursos de intervención y las necesidades específicas que los adolescentes presentan en función del compromiso particular que tienen respecto de procesos de desadaptación”.
Para la directora regional del Sename, Ximena Oñate, la experiencia formativa a la que se sometieron 25 funcionarios de los cuatro centros de administración directa del Sename y que laboran directamente con niños, niñas y adolescentes permitió identificar conceptos distintivos entre delincuencia transitoria, persistente y compleja; elaborar planes de intervención claros, técnicamente validos; y, contar con herramientas de evaluación: “Esta es una constatación concreta que como Sename estamos asumiendo los desafíos que la intervención y complejidad de nuestros niños y niñas requiere en el desempeño de sus equipos, tanto de justicia juvenil como de protección”, concluyó.