Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 30 de agosto de 2018 | Publicado a las: 16:21
La creación de nuevos emprendimientos, fortalecer el liderazgo femenino y su capacidad de organización, además de promover la asociatividad a través del cooperativismo y generar mercados sustentables para la comercialización, forman parte de los ejes programáticos que tendrá la alianza de trabajo entre INDAP y PRODEMU para este año.
Así lo informó el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, durante el encuentro que reúne en Temuco a más de un centenar de profesionales y técnicos de todo el país, que participan en esta iniciativa. “En el Chile rural que tenemos que desarrollar, las mujeres van a seguir teniendo un rol fundamental. Por ello, vamos a potenciar los emprendimientos de las mujeres y conectarlas con mercados sustentables, para que se incorporen al desarrollo social y productivo del mundo rural “.
Recondo anunció que potenciarán iniciativas de Turismo Rural debido a que “más del 60 % de los emprendimientos a nivel país son liderados por mujeres, rubro que se ha transformado en una oportunidad para generar ingresos para muchas familias rurales”.
La alianza, que tiene 26 años de trabajo, busca consolidar la asociatividad económica y la inserción con más y mejores herramientas en la producción agrícola. En La Araucanía son cerca de 700 mujeres rurales que participan en el programa, recibiendo apoyo en capacitación y en inversiones para el desarrollo de iniciativas productivas.
La directora nacional de PRODEMU , Paola Diez, señaló que “esta es la región que presenta más pobreza y desempleo, por ello vamos a enfocar este programa en el emprendimiento, para que las mujeres rurales logren mejorar su calidad de vida y un mejor bienestar para sus familias “ .
En La Araucanía, mujeres rurales apoyadas por esta alianza desarrollan experiencias productivas en los rubros de agroelaborados, horticultura y floricultura, desarrollo de artesanía textil, cultivo de plantas medicinales, producción apícola ; iniciativas de turismo rural, entre otras.
Estas experiencias demuestran que la incorporación de las mujeres al desarrollo productivo adquiere relevancia, en términos de su contribución al incremento del capital humano y social, donde la familia rural en su conjunto se transforma en el eje impulsor del fortalecimiento de las economías locales.