Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 21 de diciembre de 2020 | Publicado a las: 14:01
La Drosophila de alas manchadas es considerada una plaga presente que ataca a una amplia gama de cultivos de frutas, así como a un número creciente de frutas silvestres, en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, ya que de acuerdo a los registros del SAG, tiene una amplia distribución.
Desde hace varias temporadas tanto el SAG, INDAP e INIA han estado capacitando a los agricultores en medidas fitosanitarias para un manejo integrado tanto de los huertos caseros como comerciales, reforzando además este año la entrega de información a los productores sobre esta plaga que fue detectada por el Servicio por primera vez en nuestro país el año 2017.
En este sentido el seremi de Agricultura, Ricardo Senn, explicó que “lamentablemente, aunque el SAG ha llevado adelante acciones de capacitación y prevención de esta plaga, en conjunto con instituciones públicas y privadas, en el llamado a tomar las precauciones y hacer el manejo indicado de los huertos han sido considerados en mayor medida las plantaciones comerciales, produciéndose a nivel de huertos familiares mayoritariamente una inacción hasta este momento, en que hemos visto preocupantes brotes a nivel de pequeños agricultores. No obstante, hemos iniciado acciones tendientes a generar el dimensionamiento real de la plaga, que nos permita tomar acciones de prevención con miras a las próximas cosechas de berries y también de cerezas para la temporada 2021“.
Sobre las medidas preventivas, internacionalmente se sugiere que exista un manejo integrado de la plaga, lo que implica que en momentos específicos se realicen aplicaciones químicas en caso de detecciones de ejemplares de la mosca de alas manchadas, además de limpieza del huerto, eliminación de malezas que pudieran ser hospedantes de plaga, buen manejo del riego, entre otras acciones, las que están indicadas en la web del SAG www.sag.cl
Mosca de alas manchadas
Esta plaga se diferencia de la mayoría de las especies de su género -denominadas comúnmente “moscas del vinagre”, las cuales no son plagas, debido a que infestan fruta sobre-madura, caída o en estado de fermentación, ésta ovipone en frutas sanas que se encuentran en estado de maduración y que preferentemente poseen epidermis suave y delgada.
Posteriormente, sus larvas se desarrollan y se alimentan de la pulpa de la fruta, generando que ésta se vuelva no comercializable. Esta plaga ha demostrado tener una rápida expansión, una fecundidad típicamente alta y un ciclo vital de corto tiempo, lo cual sumado a la disponibilidad de hospederos y a las condiciones climáticas de nuestro país, permiten contar con las condiciones adecuadas para su establecimiento.