Publicado por: Karina Pavez | sábado 4 de abril de 2015 | Publicado a las: 14:39
La semana pasada, un usuario de Reddit llamado Easyjet decidió (muy tardíamente) unirse a la fiesta mundial que es Facebook. Firmó con una dirección de correo electrónico que nunca había utilizado y mintió sobre todo en la parte de su información personal.
Así que Easyjet se asustó con acierto cuando Facebook se las arregló para predecir y “recomendar” un gran número de sus conocidos de la vida real – incluso a las personas cuyos nombres apenas conocía y a una mujer con la que salió hacía 19 años.
¿Cómo sabe Facebook quiénes son tus amigos? Es un misterio que ha fastidiado a los usuarios, al menos desde 2011, cuando el Comisionado de Protección de Datos de Irlanda llevó a cabo una investigación a gran escala en el tema. Sin embargo, cuatro años más tarde, todavía hay mucha confusión y desinformación sobre lo que está haciendo Facebook cuando “encuentra” amigos.
¿Revisa tu teléfono para obtener los nombres y los números? ¿Realiza una búsqueda inversa de tu foto? ¿Compila una “sombra” o perfil ”fantasma” durante de años, a la espera de que inicies sesión y “confirmes” sus conjeturas?
Por desgracia, el proceso de Facebook no es tan astuto o malicioso en la realidad. De hecho, se trata de un campo académico bastante complejo llamado ciencia de las redes.
De algoritmos y matemática
En pocas palabras, cada vez que te inscribas en una cuenta de Facebook, la red social va a pedir permiso para acceder a tus contactos de correo electrónico, si estás en una computadora, o los contactos del teléfono, si estás en un teléfono inteligente. Cuando concedas el permiso, busca en los contactos a los usuarios que ya están en la red, y a los contactos de esos contactos. Eso le da un mapa muy primitivo de tus círculos sociales: le dice a quiénes conocés, pero no qué tanto.
Para refinar ese mapa, Facebook te hace más preguntas sobre tí mismo: ¿Dónde fuiste a la escuela?, ¿Cuando naciste? ¿En qué ciudad vivís? Cada campo de ese perfil que llenes y cada interacción que hagas a través de ese perfil duplica la cantidad de información que reciben los algoritmos de Facebook. Lo que están tratando de hacer es determinar la estructura de la red.
Una vez que Facebook sabe la estructura de la red social de una persona, puede analizarla para predecir (¡con una precisión asombrosa!) no sólo a la gente que es más probable que conozcas, sino también aquella que es más probable que conozcas en el futuro.
La ciencia de las redes
Esto no es magia: está en realidad más cerca de estadísticas. En la red, hay un número determinado de “nodos”, – es decir, las personas –y un número determinado de “bordes” – las amistades. Entonces, el hecho de que no haya conexión entre dos nodos es una probablidad estadística. Pero no todos los nodos son iguales, por lo que no todas las conexiones son igualmente probables. (Yo no anticipo formar amistad con muchos hombres de 40 años de edad de Siberia, por ejemplo).
Para estimar qué conexiones son más probables, puede ejecutar un análisis de la estructura de la red, utilizando un sistema complejo que la da determinados coeficientes. Esos coeficientes representan un gran número de cosas: ¿Cuántos puntos comunes inusuales comparten dos personas, por ejemplo? ¿Cuántos amigos tienen en común? ¿Qué personas en la red sirven como puntos de reunión? ¿Cuántos “grados de separación” existen entre ellos?
Al final, el sistema de recomendaciones de Facebook no es magia o malicia –se trata simplemente muy buena matemática. Y adivinar tus futuros amigos no es predecir el futuro; es modelar la estructura del gráfico social de Facebook en el futuro.
Como ya sabemos, por supuesto, esto no siempre funciona. Facebook –un número considerable de veces – sugiere que conocemos a personas con las que no tenemos contacto. Eso no es culpa de Facebook, dice David Liben-Nowell, científico informático en la Universidad de Carleton, que estudia la evolución de las redes sociales.
Hay algunas fuerzas fuera de la red que Facebook no podría explicar, dice: como el hecho de que yo me siente al lado de un hombre de mediana edad de Siberia en un avión, por ejemplo. Y encima de eso, Facebook trata con una vasta y compleja red.
Liben-Nowell plantea el ejemplo de ex novios de compañeros de la universidad, algunos de los cuales uno puede desear tener como amigos en Facebook.
“Pero, ¿cuáles? ¿Y por qué?” Pregunta. La posición de las personas de la red con respecto a uno son estadísticamente similares. Sólo uno puede saber con quién compartió mesa en un casamiento o con quién tuvo una conversación amable antes de que la relación terminara.
Dicho esto, Facebook tiene un enorme interés en mejorar los modelos de cambio de la red social y la “predicción de enlace” entre dos personas. Después de todo, la forma en la que la gente se conecta tiene implicancias fuera de las redes sociales, en campos tan diversos como la epidemiología, las comunicaciones y la lucha contra el terrorismo.
“Actualizamos continuamente el algoritmo de la Gente que podrías conocer para hacerlo mejor y más relevante para la gente”, dijo la portavoz de Facebook, Ana Brekalo.
Así que en el futuro, Facebook puede saber aún más sobre sus amigos