Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 5 de mayo de 2017 | Publicado a las: 20:53
En la ceremonia, 13 estudiantes suscribieron el acta con la que se comprometieron a responder a la ética profesional en relación al trato de sus futuros pacientes.
En el marco del Día del Kinesiólogo que se celebra el 6 de mayo, la Escuela de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás Temuco realizó una ceremonia en la que 13 estudiantes y futuros profesionales de la carrera suscribieron un importante compromiso vocacional.
En la actividad, a través de la firma de un acta, los alumnos de tercer año de la carrera que ingresan este 2017 a sus prácticas curriculares, dimensionaron la relevancia de su quehacer mediante un juramento de carácter personal que marca la forma en cómo, desde lo ético, se relacionarán a futuro con los pacientes y la sociedad.
“Este compromiso solemne suscrito ante sus docentes, familiares y compañeros, que da cuenta de cómo será su actuar en el proceso de formación en relación al trato con sus pacientes, es una experiencia importante para nuestros estudiantes, quienes estrechan así el vínculo con su formación profesional”, señaló la directora de la carrera de Kinesiología de la UST Temuco, Nicole Thuillier.
En la oportunidad, las egresadas de la carrera Pamela Jara, quien trabaja en la Municipalidad de Padre Las Casas en el Programa Vida Sana, y Nicole Aguilera, que se desarrolla profesionalmente en una consulta particular y se dedica al área deportiva, contaron ante los presentes su experiencia y proyectos como profesionales de la kinesiología motivando así a los futuros profesionales.
En la actividad intervino igualmente el capellán de Santo Tomás Temuco, David Gómez Juárez, quien a través de sus palabras instó a los futuros kinesiólogos a seguir por la senda de servir a las personas, respondiendo al compromiso adquirido en la celebración del día de esta profesión.
Apreciación de los estudiantes
La estudiante Gabriela Pasmiño, señaló: “desde hoy seremos el reflejo de la calidad formativa que hemos recibido en estos tres años en la institución. Hoy realizamos un compromiso con nosotros mismos, en donde reafirmamos nuestros ideales, valores y manera de ver la kinesiología, no como una profesión más, sino como un estilo de vida”.
Para Katerin Burgos, en tanto, ha sido un camino arduo para recibir este certificado: “el apoyo de las familias y profesores ha sido fundamental en estos años de estudio, hoy dimos un paso muy importante en donde nos comprometemos con nuestra profesión”.