Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 26 de agosto de 2016 | Publicado a las: 17:02
“El príncipe inca” es el estreno que el programa MiraDoc tiene programado para el próximo mes. En la capital regional la exhibición será el jueves 8 y 15 de septiembre a las 19 horas en el auditorio de la Universidad Santo Tomás, ubicada en Manuel Rodríguez 060. La entrada tiene un valor general de $1.000 pesos y para estudiantes $500.
El pintor Felipe Cusicanqui escuchó de su abuelo, Manuel Hernán Cusicanqui, que sus raíces estaban ancladas en la nobleza inca y que uno de sus antepasados fue Túpac Yupanqui, poderoso emperador que gobernaba desde Cuzco a mediados del siglo XV. Cuando Ana María Hurtado conoció esta historia decidió hacer el documental El príncipe inca, en el que sigue al artista a través de Bolivia en busca de sus orígenes.
El interés de Ana María Hurtado por documentar el encuentro de Felipe Cusicanqui con su sorprendente linaje inca nació desde el primer momento en que la directora supo de esta historia: la de un artista de apariencia blanca, ojos claros y con un sorpresivo pasado incásico. «Felipe siempre se sintió distinto. Un bicho raro que ni de niño ni de adolescente lograba encajar en la realidad que le decían que era la suya: la de un descendiente de la realeza inca versus la realidad que vivió como un chileno “blanco”, parte de la tradición generalizada del latinoamericano mestizo que reniega de sus orígenes indígenas».
Entusiasmada con la idea de contar esta historia, Hurtado visitó a Cusicanqui y le ofreció llevarlo a Bolivia, para que por fin diera el salto a la asignatura que mantenía pendiente: la de acercarse a su origen perdido. «Felipe creció escuchando que él era un príncipe inca, era como una leyenda familiar, una cosa que el abuelo contaba pero nadie sabía si era cierto. Y cuando el abuelo murió, heredó unos papeles antiguos que dicen que sí, que él desciende de Túpac Yupanqui, el que hizo la mayor expansión territorial. Le dije Felipe, quiero que hagamos este viaje a tus orígenes, me gustaría llevarte a cambio de que me dejes grabar todo tu proceso. Y me dijo al tiro que sí,que estaba esperando que el momento adecuado llegara».
“Me golpeó su obra”
Ana María Hurtado advirtió el potencial narrativo y visual del reencuentro de Cusicanqui con su pasado. La perspectiva de tener una historia de tintes mitológicos, desarrollándose en paisajes del altiplano, sumado a la riqueza visual de la obra de Felipe eran elementos muy atractivos para un documental. «El viaje interior y de búsqueda del origen queda reflejado a lo largo del documental en un viaje físico, cuyas imágenes en el altiplano, en los salares, en el lago Titicaca, o en las ruinas del camino del inca, son un juego de espejos y una metáfora de lo que pasa por la cabeza y el espíritu del protagonista. Quería mostrarlo que le pasaba a él mientras caminaba por cerros, buscaba debajo de las piedras o intruseaba entre ruinas, que es lo que hace a menudo en su trabajo de artista plástico”, cuenta Ana María Hurtado.
«Reconectarse con el lugar de dónde venimos»
Para la directora, El príncipe inca invita a conversar sobre nuestro origen e identidad. «No todos venimos de donde mismo geográfica o socialmente. La mayoría no tiene un abuelo perdido en el altiplano, pero vale la pena preguntarse qué es lo importante de tu origen, qué heredé, qué me condiciona. De eso habla la película, de la importancia de reconectarse con ese lugar de donde uno viene a nivel físico y metafísico. Hay un momento en que uno tiene que hacerse cargo de la identidad para poder compartir con los demás, afirmarse bien, para poder abrirse”.
El príncipe inca dialoga perfectamente con Palestina al sur, anterior documental de la realizadora sobre los refugiados palestinos que llegaron a Chile en 2008. Para Hurtado, “En ambas películas hay un choque de dos mundos, y es un choque que va más allá del tiempo, y para eso sirve el cine. En el fondo es juntar sincrónicamente, pasado y presente”.
Sobre su estreno en salas la directora señala:“MiraDoc es lo más potente que ha pasado en la difusión de documentales en Chile. Gracias a ellos podremos mostrar El príncipe inca en grandes salas y en lugares más alejados y pequeños, que es dónde más pondremos atención, porque esa es la vocación de nuestra productora Antipoder: hacer grandes las pequeñas historias”.
El programa MiraDoc, que exhibirá el film, es financiado por el Programa de Intermediación Cultural, Convocatoria 2015; y el Fondo de Fomento Audiovisual, Convocatoria 2016; del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.