Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 18 de abril de 2016 | Publicado a las: 20:54
El Subsecretario de Salud Pública Jaime Burrows realizó una visita inspectiva a los dispositivos de Salud de la Caleta Queule, luego de la emergencia sanitaria que provocó la varazón de sardinas en el sector.
Pese a los malos olores y las molestias para la población el subsecretario descartó riesgo para la salud y recalcó el refuerzo de personal médico disponible para la población.
Burrows insistió que el Gobierno ha dispuesto que la red asistencial opere con turnos de refuerzo, estableciéndose la presencia permanente de un médico en la posta de Queule, con turno hasta las 22 horas, y en extensión horaria y la disposición de una ambulancia en el sector de recolección de las sardinas.
Destacó que el propósito de la visita es “estar en terreno para escuchar y empaparnos de lo que pasa en la región y así hacer más eficiente el trabajo”. Añadió que “las mediciones de contaminación que han hecho los equipos técnicos son bajos, incluso en los lugares en que hay más sardinas”.
En la misma línea el director del Servicio de Salud Araucanía sur, el doctor Milton Moya detalló las medidas que se han tomado para atender a las personas del sector. “El modelo de atención está concentrado en el municipio de Toltén a través de la posta de salud, el departamento de salud municipal ha aportado con una extensión horaria de trabajo, y nosotros como Dirección de Servicio gestionamos una ambulancia adicional que estará a lo menos dos semanas. Además, estamos coordinando una visita médica diaria e incluso los fines de semana para que vengan a dar asistencia, especialmente, a los trabajadores que están haciendo la recolección de sardinas y por supuesto a público general si así lo requiriera”, aseguró.
El proceso de limpieza de la caleta podría demorar poco más de un mes y para optimizar la extracción de los pescados varados, la autoridad marítima está trabajando en 4 etapas.
La principal preocupación de las autoridades luego del recorrido fue asegurar que los niveles de toxicidad tanto del aire como el agua no fueran riesgosos para la salud de las personas.