Publicado por: DiarioTiempo21 | viernes 5 de febrero de 2016 | Publicado a las: 09:35
Exclusivo. Habla José Luis López, jefe de la IX Región Policial de La Araucanía
El prefecto inspector reconoció que hubo errores en la investigación del caso de Erica Hagan y que esperan resarcir.
Este mes llega un nuevo jefe policial a asumir en la Brigada de Homicidios, con ello se espera que no vuelvan a ocurrir fallas como las del emblemático caso de la norteamericana.
Por Tania Márquez Kacic
Tras conocer el veredicto que dejó en libertad a Domingo Cofré, único imputado en el caso del crimen de Erica Hagan, la PDI tomó una serie de medidas para lograr recuperar la confianza de la ciudadanía considerando que hasta el día de hoy no existe otros acusados y que la justicia no pudo comprobar que Cofré fuera quien le quitó la vida esta joven de sólo 22 años.
El dictamen fue un duro golpe para la institución policial. En él se leía que la defensa hizo notar «las deficiencias que existieron en la investigación en cuanto a las labores realizadas en el sitio del suceso», agregando que existieron inconsistencias respecto del lugar desde donde se levantó la presunta arma homicida, la elaboración de su cadena de custodia y su manejo, como el trabajo simultáneo de Bomberos y la PDI.
Ello generó el trasladado de cinco funcionarios de la institución a Santiago, pero también que este mes llegue un nuevo jefe de la Brigada de Homicidios a Temuco, todo con el objetivo de resarcir los errores cometidos, especialmente en el sitio del suceso.
Es por lo mismo que por primera vez habla el prefecto inspector, José Luis López, jefe de la IX Región Policial de La Araucanía, y lo hizo con el Tiempo21, desmintiendo de paso que existan desvinculaciones de la PDI, pero sí un refuerzo de la institución por no repetir las fallas metodológicas.
O lo haces o lo haces bien
-Durante esta semana se aseguró que el comisario a cargo del caso Hagan, Herbert Viveros, fue dado de baja. ¿Es efectivo que se tomó esa medida por parte de la institución?
– Me causa mucha pena que un medio local se preste para un hecho que es absolutamente falso. El es un oficial de la Policía de Investigaciones, que fue destinado a Santiago, y el 29 de este mes fue despachado y tiene 7 días libres para presentarse en su nueva unidad y en eso está. De dónde se obtiene esta información es responsabilidad del medio. Acá se cometió una aberración no sólo con la Policía de Investigaciones a la que se le enlodó diciendo que se tomó una medida expulsiva con respecto a un funcionario y yo tengo la misión de proteger a mis funcionarios, él tiene familia y esta es una institución del Estado de Chile permanente.
Pero este tipo de rumores no nacerán porque hoy la PDI está cuestionada tras el veredicto que dejó libre a Domingo Cofré y donde se acusó de falta de rigurosidad en el proceso de toma de muestras. ¿Hay un antes y un después en la PDI?
-Siempre ante los errores hay un antes y un después, cuando hay un problema en un hogar y hasta cuando hay problemas institucionales. Los errores cometidos lamentablemente en el sitio del suceso y en el tema criminalístico, y recuerdo a un profesor que me decía que los temas criminalísticos no se repiten, o lo haces bien o lo haces bien, y lamentablemente hubo errores. Este es un trabajo que lo hacen los seres humanos y no las máquinas.
Errores en el sitio del suceso
Entonces han reconocidos que se cometieron fallas…
-Yo asumo que hay errores y hay errores en el trabajo del sitio del suceso. Y hago una separación en el sentido que la investigación criminal tiene una serie de aristas que van mucho más que el trabajo en el sitio del suceso, y yo creo que la investigación en términos generales está bien hecha y no sólo porque lo diga yo, sino porque el tribunal así lo dijo. Cuando nosotros fuimos a la audiencia y la Fiscalía presentó la investigación ante el Tribunal de Garantía, es decir la autoapertura del juicio oral, en un 95% de la investigación pasó para ser presentada al tribunal Oral en lo Penal o sea estaba bien hecha.
Y entonces ¿qué pasó que no pudieron comprobar que Cofré u otro cometieron el homicidio?
-Lo que pasa es que se esperaba que, en conjunto con el Ministerio Público, tuviéramos la capacidad de condenarlo, pero lamentablemente, como hay dificultades metodológicas, el tribunal que valorizó las pruebas consideró que no había elementos suficientes para condenarlo y lo absolvió. Hoy estamos en un proceso de nulidad del juicio y yo no sé qué va a resolver el ente pertinente que debe dictaminar si se hace o no, yo lo que puedo decir es que más allá de los errores del trabajo del sitio del suceso sí la investigación se trató de hacer de la mejor manera posible.
Pero ¿existe o no un antes y después en la PDI?
– Cuando hay un fallo del tribunal que dice que nosotros no hicimos las cosas bien debemos de tomar medidas y se tomaron inmediatamente.
¿Cómo cuales?
-Se sacó gente de la Brigada de Homicidios y se trajo gente absolutamente legitimada, tanto en el ámbito interno de la Policía de Investigaciones como por organismos externos, es decir por tribunales y el Ministerio Público. De hecho quien viene de jefe de la Brigada de Homicidios es uno de los tres mejores investigadores de homicidios que tiene el país, se trata de Víctor Ruiz, que llega a fin de mes y con eso se potencia la brigada.
Lo que yo puedo decirle a la comunidad es que tenga la tranquilidad que con estas modificaciones se aumentará la capacidad que tendrá la Brigada de Homicidios, contará con gente que tiene experiencia en el ámbito y que está legitimada.
Se borraron las evidencias
Cuando fue el veredicto se culpó a la PDI por su accionar, pero ¿qué pasa con la Fiscalía, considerando que la investigación está liderada por un fiscal?
-Este es un conjunto de cosas, la Policía hace un trabajo y la Fiscalía dirige ese trabajo, lo enmarca y presenta, pero también hay que entender algunas cosas como que ninguno de nosotros está obligado a lo imposible, o sea nosotros logramos obtener medios de prueba en la medida que somos capaces y evidentemente hay incapacidad porque se borraron las evidencias, porque no se manejaron bien, porque no fuimos capaces de encontrarlas, porque no enfocamos de buena manera la teoría de casos… o sea es una serie de aristas. La investigación no es tan simple como se ve en las películas, como el CSI que todo encaja justo.
¿Pero la Fiscalía tiene o no responsabilidad?
-Lamentablemente los errores son de las personas y esas personas son parte de instituciones, nosotros sufrimos el mal de los ratones que significa que uno sólo es el que se come el queso y se habla de los ratones, por eso tratamos de no equivocarnos, pero mis detectives son seres humanos normales que fueron educados para generar una actividad laboral.
Además la Fiscalía no cuenta con un fiscal exclusivo y hay una serie de causas que investigar y como todos tratamos de hacer las cosas de la mejor manera posible y los jueces tienen la capacidad de resolver y por ahí lo hacen en conciencia. Yo siempre les digo a mis detectives “¿sabes lo que vamos a hacer a un juicio oral? es ir a convencer, y convencer es vencer dos veces”, y hay gente que se convence y otras que no, y en eso hay un nivel de subjetividad que nosotros no podemos intervenir. Nuestra misión es que debemos trabajar en reconstruir una realidad porque nadie estuvo ahí y no siempre nos va bien y no siempre los juicios se ganan.
Nos equivocamos, pido perdón…
El problema es que hoy hay un asesino que está libre…
-Yo diría que con esta reforma procesal penal, que tiene un principio de presunción de inocencia, uno debe pensar en el otro lado del mesón y si no tuvo participación el imputado se espera que se hagan las cosas lo mejor posible. Los detectives no salimos a apuntarle a la gente para condenarlo, salimos a investigarlos y establecer el nivel de responsabilidad que pudo tener o no. Hoy en este caso nosotros levantamos elementos de juicios, tenemos una convicción de lo que hicimos, tenemos teorías del caso, pero en la evaluación no fuimos capaces de convencerlos porque había un dejo de errores metodológicos en el sitio del suceso.
Nos equivocamos, lo siento y yo le pido perdón a la comunidad de La Araucanía y también a nivel nacional. Pero lo vuelvo a repetir: somos seres humanos y por ahí se dice que sólo los que trabajan se equivocan y nos equivocamos, y lo asumimos y lo queremos reparar ¿y cómo lo haremos? potenciando la Brigada de Homicidios.
-“Cuando hay un fallo del tribunal que dice que nosotros no hicimos las cosas bien debemos de tomar medidas y se tomaron inmediatamente”.
Jueces: deficiencias existieron
Otro de los puntos señalados por los jueces fue el trabajo de los efectivos de la PDI. Al respecto, los magistrados señalaron que la defensa hizo notar «las deficiencias que existieron en la investigación en cuanto a las labores realizadas en el sitio del suceso».
-Existieron inconsistencias respecto del lugar desde donde se levantó la presunta arma homicida, la elaboración de su cadena de custodia y su manejo, como el trabajo simultáneo de Bomberos y la PDI.
-Se hizo mención al reloj Fossil que Hagan portaba en su mano derecha, el cual fue fijado fotográficamente y levantado por la misma policía y que hasta el día de hoy no se sabe dónde está.
-Los jueces hicieron mención a la utilización de una bomba de humo al interior del sitio del suceso, además de la incautación de un pantalón de uno de los acusados y que según se refiere en el documento no vestía el día en que acontecieron los hechos.
Las culpas tras el veredicto
Durante el veredicto los jueces aseguraron que no fue posible demostrar que Domingo Cofré fuera el culpable.
-Solo se acreditó que el atizador es compatible con el arma homicida, y por lo demás no se comprobó que tuviera sangre de la víctima (Erica Hagan),
-También se comprobó que existían dos atizadores en el lugar, por lo tanto no se pudo inferir necesariamente que el encontrado por los investigadores sea el arma homicida.
– Tampoco se pudo acreditar que Cofré tuviese llaves de la lavandería ni del departamento del Colegio Bautista donde fue asesinada Erica Hagan.
– Además se pudo comprobar que los accesos no se encontraban forzados.
– Que el perfil de personalidad tímida y reservada de la víctima (Erica Hagan), de lo que dieron cuenta diversos testigos, resultaba plausible que quien accedió al sitio del suceso haya sido persona conocida de ella, a quien voluntariamente dejó ingresar a su esfera de resguardo.