La Comisión del Senado ratificó la implementación de un umbral del 5% en la reforma política que está en trámite, con el objetivo de fortalecer la representatividad en el Congreso y disminuir la fragmentación que ha caracterizado al sistema político chileno en los últimos años.

Según la propuesta aprobada, las coaliciones y partidos políticos que no logren alcanzar el 5% de los votos a nivel nacional en las elecciones parlamentarias no podrán acceder a escaños en el Congreso. Sin embargo, la reforma contempla una excepción: aquellos partidos que superen este umbral en al menos dos regiones del país podrían obtener representación, lo que permitiría asegurar una mayor equidad en la representación regional.

La medida ha sido un tema controversial, ya que algunos actores políticos argumentan que el umbral podría perjudicar a los partidos emergentes, excluyéndolos de la competencia electoral y consolidando a las fuerzas políticas tradicionales. Por otro lado, se defienden los beneficios de la propuesta, señalando que este umbral evitaría la proliferación de pequeños partidos que no cuentan con un respaldo suficiente, lo que en muchos casos genera una mayor polarización y dificultad para formar alianzas legislativas efectivas.

El debate en torno a la reforma es intenso, y la discusión continúa avanzando en el Senado. A pesar de las críticas, muchos senadores consideran que el umbral del 5% es una herramienta necesaria para mejorar la estabilidad política y evitar el caos legislativo, permitiendo una representación más coherente y efectiva de los intereses ciudadanos.

La reforma, que también incluye otras modificaciones al sistema político, deberá ser sometida a la votación del pleno del Senado en las próximas semanas. Si se aprueba, se espera que este umbral entre en vigor en las elecciones parlamentarias futuras, reconfigurando el panorama político y legislativo del país.