El tratado de libre comercio firmado entre la Unión Europea y el Mercosur marca un punto de inflexión en la economía global, creando un mercado conjunto de más de 750 millones de personas y consolidándose como la mayor área de libre comercio del mundo.

Este histórico pacto, alcanzado tras 25 años de negociaciones, fue anunciado durante la 65ª Cumbre del Mercosur en Montevideo y representa un paso decisivo hacia la integración económica entre Europa y América del Sur.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que el acuerdo no solo refuerza la cooperación económica, sino que envía un mensaje político claro en favor del multilateralismo y la estabilidad.

Según Von der Leyen, este tratado derriba barreras y facilita inversiones, permitiendo a ambos bloques diversificar flujos comerciales y fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro en un contexto económico global marcado por incertidumbres.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó que el tratado equilibra los intereses económicos con las credenciales ambientales del Mercosur, mientras que líderes como Santiago Peña, de Paraguay, destacaron las oportunidades de inversión y competitividad que este acuerdo traerá a la región.

Por su parte, España calificó el pacto como el logro más importante en comercio exterior en décadas, subrayando su potencial para reforzar la autonomía estratégica de la Unión Europea y consolidar su relación con América Latina.

En un mundo donde las economías buscan alianzas más sólidas y sostenibles, este acuerdo entre la UE y el Mercosur no solo redefine el comercio global, sino que posiciona a ambos bloques como protagonistas en la construcción de un sistema económico más integrado y resiliente.