El hecho quedó al descubierto cuando el propio agresor, llevó a su hija a un consultorio donde la matrona de turno verificó que presentaba al menos doce semanas de embarazo, por lo que informó al director del recinto y por su intermedio a Carabineros.

En primera instancia la propia víctima y su padre reportaron que el progenitor de la hija que esperaba la menor de edad, era su pololo de quince años, lo que finalmente quedó desechado cuando al nacer la niña se practicó un examen de ADN, que estableció que el agresor sexual era su propio padre.

El Tribunal Oral de Temuco tras conocer los antecedentes del hecho condenó al hombre a cumplir trece años de presidio efectivo, además de quitarle la patria potestad respecto de su hija-victima.

Además se estableció la sujeción a la vigilancia de Carabineros de su domicilio, por el periodo de diez años siguientes al cumplimiento de la pena impuesta, para lo cual deberá informar a dicha autoridad policial, cada tres meses su domicilio.